El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado esta madrugada que las Fuerzas Armadas norteamericanas han llevado a cabo un ataque aéreo contra tres instalaciones nucleares de Irán: Isfahán, Natanz y Fordo, esta última considerada una de las más estratégicas del programa atómico iraní. La ofensiva representa la incorporación directa de EE. UU. al conflicto abierto entre Irán e Israel, que estalló hace nueve días.
«Hemos completado con gran éxito nuestro ataque contra las tres instalaciones nucleares de Irán. Todos los aviones están ahora fuera del espacio aéreo iraní», comunicó el mandatario a través de su red Truth Social, alrededor de las 02:00 horas (hora peninsular española).
Trump calificó la operación como un «momento histórico para Estados Unidos, Israel y el mundo», asegurando que Irán debe aceptar el fin del conflicto. En su intervención posterior desde la Casa Blanca, acompañado por el vicepresidente JD Vance y los secretarios Pete Hegseth (Defensa) y Marco Rubio (Estado y Seguridad Nacional), el líder republicano declaró que las instalaciones «han sido completamente y totalmente borradas».
Escalada regional y respuesta iraní
Pese a la aparente contundencia del ataque, Irán ha respondido con el lanzamiento de cerca de 30 misiles sobre Israel, alcanzando Tel Aviv y otras ciudades del norte y centro del país. Las primeras informaciones reportan al menos 16 personas heridas por esta contraofensiva.
Por su parte, las autoridades iraníes han minimizado el impacto de los bombardeos. Según Mehdi Mohamadi, asesor del presidente del Parlamento, los sitios estaban evacuados desde hacía días ante la previsión de un ataque. “El conocimiento no se puede bombardear”, afirmó, asegurando que no se han producido daños irreversibles.
La Organización de la Energía Atómica de Irán (OEAI) ha condenado los ataques y ha garantizado que el programa nuclear continuará. En un comunicado, la entidad denunció que la ofensiva se ha producido bajo la «indiferencia» de la comunidad internacional y con la supuesta cooperación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), aunque este último no ha detectado aumentos de radiación tras el ataque.
Netanyahu celebra, la oposición demócrata denuncia
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha felicitado a Trump por la ofensiva. “Su audaz decisión de atacar las instalaciones nucleares de Irán cambiará la Historia”, declaró en su red social.
En cambio, la oposición demócrata en EE. UU. ha reaccionado con dureza. Líderes como Chuck Schumer y Hakeem Jeffries han denunciado que el presidente ordenó la operación sin autorización del Congreso, lo que supondría una violación de la Constitución y de la Resolución de Poderes de Guerra de 1973. “Corre el riesgo de arrastrar al país a una guerra desastrosa en Oriente Próximo”, alertó Jeffries.
¿Inicio de una guerra mayor?
Trump ha dejado la puerta abierta a más operaciones militares si Irán no accede a un alto el fuego inmediato. “Habrá paz o tragedia para Irán. Si la paz no llega, atacaremos otros objetivos con precisión, velocidad y habilidad”, advirtió.
La comunidad internacional sigue con preocupación una escalada sin precedentes desde el inicio de la guerra de Gaza en octubre de 2023, que ha ido ampliando su radio de tensión a Líbano, Yemen, Siria y ahora Irán.