POLEMICA DE TAMBORES

El ‘Hippiebusiness’ en Benirràs con precios VIP: así se vende la “fiesta de tambores” prohibida en Ibiza

Mientras los músicos arriesgan multas por mantener el ritual, agencias y guías privados hacen negocio vendiendo la experiencia prohibida a turistas

Las diferentes ofertas para los tambores prohibidos por ordenanza.
Las diferentes ofertas para los tambores prohibidos por ordenanza.

‘Hippiebusiness’, lo que faltaba para Benirràs. O en realidad, no falta: las excursiones que se cuelgan del ritual de los tambores abundan en redes sociales y webs turísticas. La experiencia prohibida —la más emblemática de los atardeceres ibicencos— sigue vendiéndose como un producto estrella, aunque ni se avise del riesgo legal ni se diga quién asume las consecuencias.

Benirràs lleva semanas en el ojo de la tormenta. Primero, con la denuncia pública de músicos que se sienten silenciados por la normativa y los controles policiales.

Después, con la insólita contradicción del Govern balear, que promociona tambores en la cala como reclamo turístico mientras el Ayuntamiento y la Policía Local  los sancionan.

Y finalmente, con el estallido del conflicto entre quienes tocan desde hace décadas y quienes, desde su punto de vista, tienen permiso para seguir ya que tocan y lo promocionan en redes sociales lo prohibido

Ahora, un nuevo capítulo agita las aguas: agencias, guías privados y plataformas de excursiones comercializan la “fiesta de tambores” como si no existiera ninguna prohibición. Lo hacen en redes, por WhatsApp o en webs de tours, muchas veces sin mencionar el riesgo de multa y sin implicarse en las consecuencias del ritual que venden.

¿Paradoja o ironía? Mientras los músicos históricos arriesgan sanciones por mantener viva la ceremonia, otros actores —ajenos a la historia del lugar— monetizan el ritual sin dar explicaciones. Esta es la otra cara del conflicto: el hippiebusiness de los tambores, que se lucra con una experiencia vetada… sin repartir beneficios ni asumir costes.

El más surrealista: Tibo Guide Ibiza con el “tam tam hippie”, la fiesta, el atardecer y los mojitos

El caso más llamativo y paradigmático de la monetización directa es el de Tibo Guide Ibiza, que ofrece la experiencia “Tam Tam Hippie Playa, Atardecer y Mojitos” desde 169 € por persona, con reserva online y cancelación gratuita.

En una web de viajes para reserva de tours, atracciones, excursiones y actividades, la propuesta se presenta como “Tam Tam Hippie y Fiesta con puesta de sol en la playa y Mojitos”, acompañada de imágenes de grupos tocando el tambor, gente bailando y bebiendo junto al mar, y una promesa clara: percusión en grupo, mojitos, guía personalizado y película de recuerdo.

En ningún momento se menciona la prohibición ni la posibilidad de sanción por parte de la policía local. La misma oferta se traslada a canales privados de WhatsApp, donde se recibe la invitación: “Party and Tam Tam Hippie (Fête et Tam Tam Hippie) 70 €” —en varios idiomas y siempre con las imágenes de la percusión colectiva—.

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El sistema de precios varía: 80 € para una persona, 70 € si son dos, 40 € por persona hasta cinco y 20 € en grupos grandes. Siempre incluye bebida, snack y vídeo de recuerdo, con contacto directo para reservar, pero nunca una referencia a la situación legal. Así, Tibo logra convertir lo prohibido en la mayor atracción comercial de la playa.

Según ha podido comprobar La Voz de Ibiza, en los últimos días se han percibido ciertos cambios en la forma en que algunas empresas presentan la experiencia. Tras quedar al descubierto la tensión entre músicos históricos y operadores turísticos, algunas agencias han comenzado a matizar sus mensajes.

Es el caso de Tibo Guide Ibiza, que en las últimas horas ha comunicado a posibles interesados que el tam tam en la playa ha sido prohibido recientemente, aunque la normativa que lo impide está vigente desde 2013.

La bronca se generaliza además debido que en las imágenes que utiliza para promocionar aparecen músicos que quedan emparentados con la oferta sin que algunos de estos sepan que aparecen allí.

Del ritual gratuito al paquete VIP: así se venden los tambores prohibidos

Lo que ocurre con Tibo no es un caso aislado. El fenómeno es claro: mientras muchos músicos y asistentes han dejado de acudir por miedo a sanciones, las ofertas turísticas han multiplicado su presencia en internet.

Basta con un simple rastreo en portales internacionales, páginas de agencias y redes sociales para encontrar mensajes como “Vive el atardecer de los tambores en Benirràs”, “fiesta hippie con percusión en la playa” o “experiencia única con ritual de tambores y mojitos”.

El abanico de propuestas es tan amplio como el negocio: tours privados en barco con parada en la cala, paseos en kayak, fiestas con cócteles y rutas de sunset donde la percusión sigue siendo el gancho principal. Barco Na Laly, por ejemplo, ofrece una excursión privada desde Santa Eulalia con parada en Benirràs, vendiéndola como “la cala más legendaria de la Ibiza hippie, famosa por la fiesta semanal de tambores hippies” y la posibilidad de bañarse o relajarse en la playa. El precio de la experiencia arranca en 750 € por grupo de hasta seis personas.

Las rutas en kayak también usan la percusión como principal reclamo. Kayak-Ibiza.com promociona su paseo de “Atardecer en Kayak y Tambores Benirràs en Ibiza” como “un espectáculo de magia en la naturaleza”, remando desde el puerto de San Miguel y escuchando “los famosos tambores de Benirràs”, con salida todos los domingos.

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Otros operadores ofrecen recorridos similares los sábados y miércoles, a 59 € por persona, y avisan en la propia descripción que “el legendario tamboril Benirràs es un ritual embriagador, donde personas de todo el mundo miran con asombro o bailan al ritmo de los ritmos tribales. (*No se garantiza que se reproduzca)”.

Excursiones combinadas y la “atmósfera mágica” de la percusión hippie

El negocio no se limita a actividades acuáticas. Se expande a tours que mezclan gastronomía, campo y atardecer con la experiencia de los tambores como broche final. Ibiza Natural, por ejemplo, propone el paquete “Sabores, Campo y Aventura en Cala Comte y Benirràs”, donde la parada clave es el sunset en la cala “al ritmo de los tambores, capturando el espíritu bohemio de Ibiza”.

El precio parte de 130 € por persona y se promociona la oferta con la promesa de baño, mercadillo y la “atmósfera mágica y envolvente” de la percusión hippie, sin informar al cliente de la situación legal ni del riesgo de sanción.

Cómo funciona el negocio: captación y la omisión legal

Las agencias y guías evitan toda mención a la normativa -por desconocimiento o conveniencia- y venden el ritual como la Ibiza más auténtica. La captación se realiza a través de webs de reservas, mensajes privados y perfiles en WhatsApp, Instagram o Facebook.

Los anuncios repiten frases como “ven a la playa del norte famosa por la fiesta semanal de tambores hippies” o “el sonido de los tambores llenará el ambiente, creando una atmósfera mágica”, siempre acompañadas de imágenes de tambores en círculo, turistas bailando y atardeceres frente a Es Cap Bernat.

En ningún caso se advierte al cliente que la música en la playa está formalmente prohibida por la ordenanza municipal de Sant Joan ni que tanto quienes organizan o participan activamente en la percusión pueden ser objeto de sanción. En la práctica, las multas suelen recaer sobre los músicos o quienes intervienen directamente, pero el turista desprevenido que simplemente asiste rara vez corre ese riesgo.

Aunque algunos operadores podrían alegar desconocimiento o desactualización de sus publicaciones, muchas de estas ofertas continúan activas, con posibilidad de reserva online incluso en 2025, pese a que la ordenanza que prohíbe estas actividades está vigente desde hace más de 10 años.

La gran incógnita: ¿Qué recibe el turista cuando compra la “experiencia de tambores”?

Lo paradójico del negocio es que muchas agencias y guías venden la fiesta como si fuera un espectáculo garantizado, pese a que la ley lo prohíbe y la música puede ser sancionada en cualquier momento. La mayoría de operadores evitan avisar al cliente, y solo en la letra pequeña de algunas webs se lee un “no se garantiza la presencia de tambores”.

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La realidad en la playa es otra: de lunes a sábado, en la mayoría de semanas, suele haber jams improvisadas, pequeños grupos de percusión, guitarra, canto o incluso sesiones espontáneas.

Los vendedores del paquete juegan con esa probabilidad, sabiendo que la vigilancia policial solo se refuerza los domingos o en fechas de máxima afluencia. Así, el turista llega, casi siempre encuentra algún grupo tocando —aunque no sea la mítica fiesta de antaño— y siente que la experiencia prometida se ha cumplido.

De este modo, la contradicción se sostiene sobre la ambigüedad y la falta de controles sistemáticos. Mientras los músicos de siempre se la juegan cada día, el negocio digital sigue creciendo y Benirràs se mantiene como la “fiesta hippie” que todo el mundo quiere vender.

Algunas voces incluso apuntan, con discreción, a la posibilidad de que en ciertos días podría existir una coordinación no oficial entre quienes tocan y quienes organizan las excursiones, pero ningún actor lo puede confirmar con documentos más que con testimonios.

El contraste: músicos multados y la experiencia original desplazada

Lo que llama la atención para muchos vecinos y músicos históricos es que quienes han sostenido el ritual durante años, arriesgando sanciones reales, no perciben ningún beneficio de esta industria.

Los testimonios recabados por La Voz de Ibiza insisten en que la experiencia genuina, gratuita y cultural ha sido desplazada por ofertas comerciales, eventos organizados y paquetes turísticos que explotan la imagen icónica de la percusión hippie. Muchos músicos han abandonado la playa tras multas, controles y el hartazgo por una vigilancia que no parece afectar al negocio digital.

Mientras tanto, el rastreo en internet muestra cómo la “fiesta de los tambores” ha pasado de ser un ritual espontáneo y sin ánimo de lucro a convertirse en un producto de alto valor económico, con precios desde 20 € hasta 169 € por persona y una promoción explícita de fiesta, bebida y percusión en la playa.

¿El espíritu original de Benirràs? Entre la prohibición, el negocio y la omertá digital

Ni la policía ni la normativa han impedido que el sunset de Benirràs siga apareciendo como “la gran fiesta de los tambores hippies” en decenas de webs y plataformas internacionales. La diferencia clave es que quienes se juegan la multa por tocar por gusto son ajenos al negocio, mientras que empresas y guías han hecho de la “experiencia prohibida” uno de los grandes productos de la Ibiza turística 2025.

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