Los vigilantes de seguridad de Prosegur, una empresa especializada en el transporte de caudales, fueron objeto el pasado 8 de julio de un atraco invisible en pleno centro de Ibiza. El robo no ha trascendido hasta ahora. Se conocen pocos detalles del mismo debido al hermetismo de la empresa y la Policía Nacional, a cargo del caso.
De lo que no hay duda es de que el robo se produjo ese día en el entorno de la Avenida Bartomeu Roselló de Ibiza, la zona donde quieren estar todos los locales y el precio del metro cuadrado está por las nubes y que es conocida como la milla de oro de Ibiza, junto a las tiendas de Marina Ibiza.
Así lo ha podido confirmar La Voz de Ibiza de fuentes de la Policía Nacional y de la empresa afectada.
El botín: 70.000 euros en metálico
El botín ascendió a 70.000 euros en metálico provenientes de las cajas de las tiendas de ropa de la zona. De momento, no se ha esclarecido el caso ni se han producido detenciones.
La Policía Nacional se ha limitado a señalar a este medio que la investigación está en marcha.
Colaboración de dentro de la empresa
Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que el atraco se produjo gracias a la colaboración de personal interno de Prosegur, multinacional española que tiene el transporte de caudales entre sus líneas de negocio.

Por este motivo, algunos de sus trabajadores habrían sido despedidos, extremo que fuentes de la empresa se han negado a comentar. «No vamos a comentar nada», ha señalado un portavoz a La Voz de Ibiza esta mañana.
La reconstrucción de los hechos
Según ha podido reconstruir La Voz de Ibiza, los vigilantes de seguridad se desplazaron a la zona de la Avenida Bartomeu Rosselló con un vehículo ligero. No se trata pues de un furgón blindado como los que son utilizados para mover efectivo entre los bancos y que van equipados con tres hombres armados y cuyas medidas de seguridad son mucho mayores.
El vehículo ligero es una furgoneta que va equipada con una caja de caudales. En este caso, la recaudación de las tiendas de moda nunca llegaron a dicha furgoneta, ya que los atracadores se hicieron con el botín en ese momento del traslado de las sacas.
Atraco silencioso en Ibiza: nadie vio ni oyó nada
Y lo hicieron de forma sigilosa, sin hacer ruido ni levantar sospecha. Tanto que el caso no es conocido entre los numerosos trabajadores de la zona consultados por La Voz de Ibiza.
Uno de los pocos que aseguró conocer el caso, detalló a La Voz de Ibiza que el asalto se produjo a primera hora de la mañana de ese martes, cuando las tiendas todavía no habían abierto sus puertas y cuando el movimiento de turistas y residentes es escaso. Este extremo, que no ha podido ser confirmado, explicaría que nadie se haya enterado del robo.
Protocolo incumplido: otra pista
Según el relato al que ha podido acceder La Voz de Ibiza, los vigilantes habrían incumplido el protocolo a seguir en estos casos. En lugar de depositar en la caja de caudales de la furgoneta custodiada por un vigilante mientras el otro acude a los comercios, el vigilante hizo acopio de la caja de varios establecimientos, cuatro concretamente.
Este detalle es clave: el protocolo para vehículos ligeros establece que, tras cada recogida, el dinero debe ser depositado de forma inmediata en el compartimento seguro del vehículo, que debe permanecer siempre bajo vigilancia de otro agente de seguridad.
Acumular fondos de varios comercios sin retorno al vehículo constituye una vulneración directa de las normas de seguridad, además de suponer un riesgo evidente de pérdida o robo, como ocurrió en este caso.
Diferencias con los furgones blindados
A diferencia de los furgones blindados, que están preparados para operar con tres vigilantes, sistemas de doble cierre, GPS encriptado y compartimentos de seguridad por recogida, los vehículos ligeros solo pueden operar en rutas de bajo riesgo y con cantidades limitadas.
Además, están obligados a hacer entregas o recogidas individualizadas, nunca acumuladas, salvo que cuenten con una caja de seguridad compartimentada.
Las órdenes ministeriales que regulan el transporte de fondos, como la INT/314/2011, son tajantes en este aspecto: el uso de vehículos ligeros exige máxima trazabilidad, vigilancia constante y protocolos cerrados que no fueron respetados en este operativo.
Un gigante global con presencia local
Prosegur Cash, la empresa implicada en el suceso, es actualmente uno de los líderes mundiales en transporte de valores y gestión integral del efectivo. Su operativa en las islas incluye desde recogida de fondos en comercios hasta transporte de mercancía valiosa a nivel nacional e internacional.
La compañía se encuentra inmersa en un proceso de transformación digital con servicios como Cash Today, una solución que permite automatizar la recaudación diaria de los comercios, digitalizar los ingresos y garantizar la trazabilidad del efectivo desde su origen hasta el banco.
Según datos corporativos, Prosegur Cash cerró el primer trimestre de 2025 con un beneficio neto de 24 millones de euros, un crecimiento del 35% respecto al mismo periodo del año anterior. Sus ventas globales alcanzaron los 516 millones de euros, gracias a un sólido incremento orgánico del 13,3%, con especial impulso en Latinoamérica y Asia-Pacífico.
En este escenario de crecimiento internacional, los responsables de la compañía no han hecho comentarios sobre el robo de 70.000 euros ocurrido en Ibiza ni sobre los despidos internos vinculados a la posible vulneración del protocolo de seguridad.
Prosegur: «Un caso excepcional»
El portavoz oficial consultado por La Voz de Ibiza ha admitido que el hecho producido hace algunas semanas se trata de un caso «muy excepcional».