La Guardia Civil ha presentado un balance provisional de la operación de alto impacto Zulú-Bravo, desplegada desde mayo para combatir el narcotráfico en Ibiza, que refleja un incremento notable de la presión policial en zonas de ocio y alta afluencia turística. La Guardia Civil no tiene jurisdicción en la ciudad de Ibiza, territorio competencia de la Policía Nacional.
En apenas dos meses, se han practicado 116 detenciones –82 por tráfico de drogas y 34 por delitos contra la salud pública vinculados también a la distribución de óxido nitroso– y se han interpuesto 756 sanciones administrativas por consumo o tenencia de estupefacientes en la vía pública.
Incautaciones millonarias en droga
El operativo, en coordinación con las policías locales de los municipios ibicencos, ha permitido incautar 2,5 toneladas de hachís, 10 kilos de cocaína y 900 pastillas de MDMA solo en el puerto de Ibiza.
En el aeropuerto, las intervenciones incluyeron 1 kilo de cocaína rosa –una mezcla psicodélica de creciente uso entre jóvenes– y 200 gramos de MDMA, en acciones dirigidas tanto a interceptar traficantes como a impedir el transporte internacional de droga.
Sant Antoni, epicentro de sanciones
De las 756 denuncias por infracciones a la Ley Orgánica 4/2015, más de 400 se concentran en Sant Antoni de Portmany, consolidándose como uno de los principales puntos de consumo de la isla. La mayoría de los arrestos se han producido durante la venta directa, protagonizada por traficantes dedicados al “menudeo”, tanto nacionales como extranjeros, que aprovechan la llegada masiva de turistas.
Refuerzo operativo y controles preventivos
Las autoridades prevén mantener los controles preventivos y las investigaciones en puntos clave durante el resto de la temporada para contener el impacto del narcotráfico en uno de los destinos turísticos más conocidos de Europa. El despliegue forma parte de una estrategia sostenida que busca reducir la disponibilidad de droga en zonas de fiesta y salvaguardar la imagen de Ibiza como enclave turístico.