Una vecina de Formentera ha sido identificada como una de las víctimas de una red criminal especializada en estafas bancarias, que operaba en varias provincias españolas utilizando técnicas de suplantación telefónica, como el vishing, para hacerse pasar por empleados de entidades financieras.
El total estafado asciende a más de 100.000 euros, aunque en el caso de la mujer de Formentera la cantidad defraudada fue de 2.000 euros, según ha informado Radio Ibiza. La víctima, confiando en que hablaba con su banco, realizó la transferencia siguiendo las indicaciones de los estafadores.
Los autores manipulaban la línea telefónica para que en la pantalla del móvil de la víctima pareciera el número real de su entidad bancaria. Una vez establecida la comunicación, inducían al error para que los clientes transfirieran su dinero a cuentas controladas por los delincuentes.
Un fraude en cadena
La operación continúa abierta y se han detectado casos en varias comunidades autónomas, incluyendo Madrid, Andalucía, Galicia, Cataluña y Baleares. La Guardia Civil ha advertido de que este tipo de fraude se ha multiplicado en los últimos años y exige máxima precaución por parte de los usuarios.
Este tipo de delito, conocido como vishing o spoofing bancario, es cada vez más frecuente. Los estafadores no necesitan acceso físico a las cuentas: basta con manipular la confianza de las víctimas mediante técnicas de ingeniería social y el uso de tecnología que suprime las señales de alerta.
¿Qué hacer para protegerse?
Los expertos en ciberseguridad insisten: «Los bancos nunca solicitan transferencias por teléfono». Si se recibe una llamada sospechosa, la recomendación es colgar y contactar directamente con la entidad a través de los canales oficiales.
Además, conviene desconfiar de:
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Llamadas con tono alarmista.
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Petición de claves, PIN o SMS de verificación.
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Correos o enlaces que redirigen a páginas «iguales» a la oficial.
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Ofertas o promociones inesperadas.