La campaña MEDITS 2024, coordinada por la Unión Europea, ha permitido marcar 836 rayas y tiburones en aguas de Baleares, un trabajo de referencia para conocer el estado de los ecosistemas marinos del Mediterráneo. Las capturas se realizaron en diferentes zonas del archipiélago, incluidas Ibiza y Formentera, con el fin de obtener información científica sobre la distribución y abundancia de estas especies.
Seguimiento satelital desde Ibiza
Gracias al apoyo de WWF y la colaboración de SOLDECOCOS, se equiparon dos ejemplares de Rostroraja alba (raya de clavos) con marcas satelitales multiparamétricas, capaces de registrar movimientos, profundidad, temperatura y luminosidad de los hábitats que ocupan durante unos 200 días. Uno de estos ejemplares fue liberado en el Canal de Menorca y el otro al noroeste de Ibiza, lo que permitirá seguir de forma precisa su comportamiento en el entorno de las Pitiusas.
Un termómetro de la biodiversidad
Los científicos subrayan que rayas y tiburones son especies vulnerables y fundamentales para medir la salud del mar, ya que ocupan un lugar destacado en la cadena trófica. El análisis de los datos recogidos permitirá comprender mejor las amenazas que enfrentan —desde la sobrepesca hasta la degradación de hábitats— y diseñar medidas más eficaces de conservación en el Mediterráneo.
Ibiza y Formentera, áreas estratégicas
Organizaciones como WWF recuerdan que las aguas de Ibiza y Formentera son estratégicas para la conservación marina, ya que concentran hábitats sensibles y especies de gran valor ecológico. En este sentido, iniciativas previas como la protección de ses Salines o la vigilancia de los fondos de posidonia refuerzan la necesidad de conservar el patrimonio marino pitiuso.
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