La Iglesia Católica ya tiene a su primer santo millennial. El Papa León XIV celebró en la Plaza de San Pedro la canonización de Carlo Acutis (1991-2006), el joven italiano que falleció de leucemia a los 15 años y que fue conocido popularmente como “el influencer de Dios”.
En la misma ceremonia también fue proclamado santo el italiano Pier Giorgio Frassati (1901-1925). La jornada estuvo marcada por un fervor multitudinario que congregó a más de 80.000 fieles, según datos de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El ejemplo de Carlo Acutis
El Papa destacó durante la homilía que la vida de Carlo Acutis es “una invitación dirigida a todos nosotros, especialmente a los jóvenes, a no desperdiciar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y convertirla en una obra maestra”.
León XIV subrayó los aspectos cotidianos de su santidad: “Creció integrando naturalmente en sus días de niño y de adolescente la oración, el deporte, el estudio y la caridad”. El Pontífice también recordó que Carlo encontró a Jesús en su familia, en la escuela y en los sacramentos.

Su madre, Antonia Salzano, junto al resto de su familia, asistió emocionada a la ceremonia. El Papa evocó a sus padres, Andrés y Antonia, como guías en el camino de fe de su hijo.
Los milagros atribuidos a Carlo Acutis
La beatificación de Acutis en 2020 fue posible gracias al reconocimiento de dos milagros:
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La curación de un niño brasileño que sufría una rara malformación del páncreas.
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La recuperación de una estudiante costarricense gravemente herida en un accidente.
Estos hechos, investigados y aprobados por el Vaticano, fueron decisivos para su canonización.
La devoción en Asís y el Santuario del Despojo
El cuerpo de Carlo Acutis reposa en el Santuario del Despojo en Asís, donde San Francisco renunció a sus bienes para abrazar la pobreza. Vestido con ropa informal, como cualquier adolescente de su tiempo, su tumba recibe cerca de un millón de visitantes al año.
Durante la canonización, la diócesis de Asís instaló pantallas gigantes para que miles de fieles pudieran seguir la ceremonia en directo. Este lugar se ha convertido en uno de los centros de peregrinación más concurridos del catolicismo actual.
Carlo Acutis y la innovación digital al servicio de la fe
El joven dedicó su corta vida a difundir la fe a través de las nuevas tecnologías. Entre sus obras más reconocidas destaca la exposición digital sobre los milagros eucarísticos, que se ha traducido a numerosos idiomas y ha recorrido parroquias y escuelas de todo el mundo.

De ahí su apodo: “el influencer de Dios”, una definición que simboliza la capacidad de Acutis de conectar la espiritualidad con las herramientas de la era digital.
Un modelo de santidad actualizado
La canonización de Carlo Acutis supone una actualización del concepto de santidad en la Iglesia Católica. Como recordó el Vaticano, ya no es necesario haber vivido una vida extraordinaria o haber sido figura pública mundial, como ocurrió con Juan Pablo II (2014), Madre Teresa de Calcuta (2016) o Pablo VI (2018).
Con Acutis, la Iglesia reconoce que la santidad también puede encontrarse en la vida cotidiana de un adolescente, en su fe, su generosidad y su compromiso con la comunidad.
El Jubileo de la Esperanza y el colectivo LGTB
La canonización coincidió con otro hecho histórico en el Vaticano. El sábado, más de 1.400 católicos homosexuales y transexuales cruzaron la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro durante el Jubileo de la Esperanza.
La peregrinación comenzó en la Chiesa del Gesù, templo de referencia de la Compañía de Jesús. Allí se celebró una misa en la que se recordó la figura del Papa Francisco, con su célebre frase: “Si una persona es gay, busca el Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”.
El nuevo Pontífice, León XIV, parece continuar con este legado, proyectando una Iglesia que busca diálogo y apertura, especialmente tras la canonización de un santo tan cercano a las nuevas generaciones como Carlo Acutis.
Carlo Acutis, un santo para los tiempos modernos
La canonización de Carlo Acutis representa un momento histórico para la Iglesia. El joven de Asís se convierte en referente espiritual para los millennials y para las nuevas generaciones que buscan conectar la fe con el mundo digital.
Su vida breve, pero intensa, marcada por la oración, la caridad y la creatividad tecnológica, lo han situado como un modelo de santidad cercano y contemporáneo. Con él, la Iglesia lanza un mensaje claro: la santidad también se construye en la vida ordinaria, en los gestos sencillos y en el uso positivo de las herramientas de nuestro tiempo.













