Tras la agresión sufrida por dos doctoras del centro de salud de Sant Antoni, este viernes se convocó una concentración a las puertas del lugar para condenar lo ocurrido y reclamar medidas firmes de protección al personal sanitario.
El acto contó con una amplia participación de todos los sindicatos médicos, contó también con la presencia del Colegio de Médicos, que anunció que a partir de ahora ofrecerá asistencia jurídica y apoyo emocional a los profesionales víctimas de agresiones.
Además de en Sant Antoni, también hubo concentraciones en otros centros de salud de la isla, como el de Santa Eulària, en solidaridad con las doctoras agredidas y en defensa del colectivo sanitario.
Los profesionales de Ibiza se han concentrado y han condenado enérgicamente los dos últimos episodios de violencia sanitaria sufridos por dos facultativas en el ejercicio de su labor en el Centro de Salud de Sant Antoni. #stopagresiones pic.twitter.com/IExnxvDVlm
— Comib (@COMbalears) September 12, 2025
Reclaman un plan urgente
Los participantes exigieron un plan real y urgente de prevención contra la violencia hacia el personal sanitario, subrayando que no basta con condenar las agresiones sino que es necesario activar protocolos eficaces para evitarlas.
El portavoz del Sindicato Médico de Baleares (Simebal) en Ibiza, Carlos Rodríguez, en diálogo con Cadena Ser animó a los profesionales a denunciar cualquier tipo de agresión, física o verbal: «Hemos visto que si no hay denuncia, el agresor reincide, pero cuando la hay y pasa por el juzgado, no vuelve a reincidir».
Rodríguez recalcó que este episodio ha sido «la gota que ha colmado el vaso» tras años de soportar situaciones similares y recordó que desde 2017 las agresiones a sanitarios están tipificadas en el Código Penal como delito contra la autoridad.
A su vez, el portavoz de Simebal calificó de «inaceptable» que los sanitarios estén sometidos a este riesgo y apuntó que en algunos centros de la isla es necesario contar con personal de seguridad. Destacó además que lo más habitual son las agresiones verbales —insultos, coacciones o incluso amenazas de muerte—, que también deben denunciarse.
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