LLEGADA DE PATERAS

El número que alerta a Ibiza y Formentera: los inmigrantes en patera ya rozan el récord de 2024 con cuatro meses por delante

Las Pitiusas encaran el otoño con la presión migratoria al alza: el acumulado de 2025 ya roza el máximo del año pasado y la mayoría de llegadas se concentra en Formentera

Rescate de una patera con inmigrantes. Archivo
Rescate de una patera con inmigrantes. Archivo

El flujo no afloja y el calendario juega en contra. Con cuatro meses aún por delante, Ibiza y Formentera rozán el récord migratorio de 2024. La estadística acumulada a 14 de septiembre sitúa a las Pitiusas en terreno de récord, tras un verano encadenando rescates e interceptaciones en aguas próximas y en distintos puntos de costa.

El fin de semana volvió a ser ilustrativo: seis pateras en Formentera con 117 personas a bordo atendidas entre dispositivos marítimos y patrullas en tierra. La fotografía de cierre de temporada no admite eufemismos: la presión migratoria está desbordada y el epicentro, una vez más, es Formentera.

Un ritmo que ya desafía la marca anual

La comparación es contundente. En 2024, Ibiza y Formentera cerraron el año con 2.910 personas llegadas en patera. A 14 de septiembre de 2025, el contador en las Pitiusas suma 2.120. Es decir, el 73% del total de 2024 cuando aún faltan 108 días para terminar el año. Traducido a ritmo diario, 2025 viene promediando algo más de 8 personas por día; para superar la cifra del año pasado bastaría con poco más de 7 al día de aquí a Nochevieja. Con la tendencia de las últimas semanas, el adelantamiento del récord es, hoy, el escenario más probable.

Seis pateras en 48 horas

El último fin de semana fue un reflejo del desborde. Entre el viernes por la noche y el domingo por la tarde, Formentera recibió seis pateras con 117 personas.

  • El viernes 12, a las 20.00 horas, fueron rescatados 16 migrantes magrebíes a 60 millas al sureste de la isla.

  • La madrugada del sábado 13, a las 04.00 horas, se interceptó una embarcación con 21 personas magrebíes en la Platja de la Fragata.

  • Ese mismo sábado, a las 09.40 horas, se localizó en Camí del Monestir a 18 subsaharianos.

  • El domingo 14, a las 14.12 horas, Salvamento Marítimo y Guardia Civil rescataron a 19 magrebíes a seis millas al sureste de Formentera.

  • Minutos después, a las 14.36 horas, se interceptó en Pilar de la Mola a 13 migrantes magrebíes.

  • A las 18.00 horas, otra patera con 26 subsaharianos fue rescatada a media milla al sur de Formentera.

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En total, 117 personas en apenas dos días, procedentes de Argelia y de países del África subsahariana, que elevaron la presión en la isla menor.

Formentera, la puerta más expuesta

No es casual. Formentera concentra la mayoría de las embarcaciones y de las personas atendidas en 2025. Su tamaño, la orografía de calas y acantilados, y la distancia “alcanzable” desde la costa argelina la han colocado como puerta de entrada de la ruta argelina hacia Baleares. A ello se suma un dispositivo de acogida históricamente limitado respecto al volumen actual de llegadas. En la práctica, la primera atención recae en Guardia Civil, Salvamento Marítimo, Policía y Cruz Roja, y los traslados posteriores tensan una logística ya de por sí compleja, especialmente en picos de llegada.

El patrón del último mes ha sido repetitivo: varias barcas en una misma franja horaria, algunas interceptadas en mar abierto, otras localizadas en tierra tras aviso vecinal o patrullaje. Las procedencias se reparten entre magrebíes y subsaharianos, con presencia de jóvenes y también algún menor.

Los cambios en 2025

Hay tres elementos que pueden explicar el salto cualitativo del año, como la una mayor profesionalización de las redes que operan la ruta: embarcaciones más rápidas y salidas coordinadas que saturan la respuesta pública cuando coinciden varios avisos.

También el efecto calendario y mar en calma en tramos clave del verano y el inicio del otoño, que facilitan la navegación. Y además un desplazamiento de la presión desde otros corredores del Mediterráneo: cuando se blindan tramos peninsulares, Baleares gana atractivo para quienes buscan un punto de entrada alternativo.

A esta ecuación hay que sumarle la información que circula entre familias y barrios de origen: “por Formentera se llega”, un relato que, aunque simplifica la realidad, alimenta la demanda de plazas en las redes de salida desde la costa argelina.

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Respuesta institucional: más medios… y más coordinación

La Delegación del Gobierno ha anunciado la instalación de nuevas carpas en los puertos de Ibiza y Formentera para mejorar la primera acogida: sombra, agua, zonas diferenciadas y capacidad para clasificar derivaciones con mayor dignidad y orden. Es un paso en la dirección correcta, pero no obra milagros: cuando en un fin de semana coinciden varias pateras, la isla menor alcanza el límite de su capacidad en cuestión de horas.

En paralelo, sindicatos y mandos operativos insisten en dos necesidades: más medios (especialmente embarcaciones y personal en horarios críticos) y sistemas de alerta temprana que mejoren la detección antes del arribo a costa. En origen, la cooperación con Argelia sigue siendo el gran desafío diplomático: sin contención efectiva en la otra orilla, la presión sobre Baleares difícilmente cederá.

Un otoño decisivo

Septiembre suele ser un mes bisagra: termina el gran verano turístico, cambian los vientos y el tráfico marítimo irregular no necesariamente cae. Si el promedio actual se mantiene —o repunta con alguna racha de mar favorable—, Ibiza y Formentera superarán en breve el total de 2024. Si, por el contrario, el tiempo se complica y la vigilancia disuade salidas, el récord podría acariciarse sin rebasarse.

Hoy por hoy, con la gráfica en ascenso, la balanza se inclina hacia el primer escenario. El consenso entre instituciones y entidades de terreno es básico: proteger vidas, reforzar la acogida inmediata y dotar a las Pitiusas de medios proporcionados al fenómeno que están gestionando.

Porque al final, el titular que se escriba en diciembre dependerá de lo que pase en los próximos ciento ocho días: si el número que hoy alerta se convierte en marca histórica o si queda como aviso serio de un sistema que, pese a todo, todavía logra responder.

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