El accidente en la autovía Santiago-Arzúa ha dejado un saldo trágico con la muerte de dos jóvenes de 23 y 24 años. El siniestro se produjo en la A-54, la autovía Santiago-Lugo, a la altura de la parroquia de Cerceda, en el municipio de O Pino. Según informó el 112 Galicia, el vehículo en el que viajaban colisionó contra la mediana en el kilómetro 75, en sentido Arzúa, poco después de las 14.30 horas de este domingo.
El desarrollo del accidente
Las primeras alertas llegaron al 112 a través de varios particulares que informaron del choque. En los avisos se indicaba que las dos personas implicadas en el accidente permanecían atrapadas en el interior del vehículo, un Seat Ibiza.
De inmediato, se movilizaron varios equipos de emergencia. El 061 activó el helicóptero medicalizado con base en Santiago, mientras que los bomberos de Arzúa se encargaron de asegurar la zona y realizar las tareas de limpieza de la vía. A su vez, la Guardia Civil de Tráfico reguló la circulación para evitar más incidentes, y los servicios de mantenimiento de la autovía trabajaron en el restablecimiento de las condiciones de seguridad en la carretera.
Fallecimiento de los ocupantes
El conductor, un joven de 23 años, y su acompañante, una mujer de 24, permanecían inconscientes a la llegada de los sanitarios. Pese a los esfuerzos del personal del 061, solo pudo confirmarse el fallecimiento de ambos ocupantes.
Los bomberos comprobaron que no fue necesaria la excarcelación de los cuerpos, aunque sí tuvieron que intervenir para limpiar la vía. En total, los objetos metálicos y restos del siniestro ocuparon buena parte de la calzada, lo que obligó a suspender el tráfico.
Impacto en la circulación
El accidente provocó un corte de tráfico durante más de cuatro horas, obligando a desviar la circulación por la carretera nacional. Esta medida generó retenciones importantes en la zona, afectando a numerosos conductores que transitaban entre Santiago y Arzúa.
Los equipos de emergencia trabajaron de manera coordinada para minimizar el impacto en la circulación, aunque no fue hasta avanzada la tarde cuando se logró restablecer la normalidad en la autovía.
Atención psicológica a familiares
Desde el 112 también se activó al Grupo de Intervención Psicolóxica en Catástrofes e Emerxencias (GIPCE) del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia, con el objetivo de atender a los familiares y allegados de las víctimas.
Estos profesionales especializados ofrecen apoyo emocional en situaciones de impacto traumático como la pérdida repentina de seres queridos en accidentes de tráfico.
La A-54, una vía con historial de siniestralidad
El accidente en la autovía Santiago-Arzúa vuelve a poner el foco sobre la A-54, una vía que conecta Santiago con Lugo y que en los últimos años ha sido escenario de varios siniestros graves.
En el tramo que atraviesa el municipio de O Pino se han registrado diversos accidentes, algunos con víctimas mortales, lo que ha suscitado reiteradas demandas de mejora en la seguridad vial. Vecinos y asociaciones de la zona han solicitado en numerosas ocasiones una mayor vigilancia y medidas adicionales para reducir la siniestralidad.
Una tragedia que enluta a Galicia
La muerte de dos jóvenes en este trágico accidente ha generado una fuerte conmoción en la comarca. Las víctimas, de apenas 23 y 24 años, se suman a las estadísticas de siniestralidad vial en Galicia, donde los accidentes de tráfico siguen siendo una de las principales causas de mortalidad entre la población joven.
La Guardia Civil continúa investigando las circunstancias exactas del siniestro, aunque por el momento se desconocen las causas que llevaron al vehículo a chocar contra la mediana.
Con este suceso, Galicia vuelve a ser testigo del impacto humano y social que provocan los accidentes en carretera. El recuerdo de estos dos jóvenes fallecidos en la A-54 a la altura de O Pino permanecerá en la memoria de sus familiares y amigos, mientras que las autoridades insisten en la importancia de la prevención y la prudencia al volante.
El accidente no solo deja dos vidas truncadas, sino también un mensaje de alerta sobre la necesidad de extremar la seguridad en las carreteras, en especial en vías con un historial de alta siniestralidad como la autovía Santiago-Lugo.