Los colegios abiertos en Ibiza han dejado reproches cruzados y la pregunta de si debieran haberse cerrado las aulas en la isla.
Por un lado, el sindicato STEI ha cargado contra la Conselleria d’Educació por no haber suspendido las clases este martes en Ibiza pese a la situación de alerta roja. Según ha denunciado la portavoz sindical en Radio Ibiza, Nuria Prieto, eesulta incomprensible que, con una previsión meteorológica tan adversa y con las recomendaciones de limitar la movilidad, no se haya optado por cancelar la actividad lectiva.
Críticas a los padres desde el Govern
En paralelo, el director general de Emergencias del Gobierno balear, Pablo Gárriz, ha cuestionado a las familias que acudieron de manera masiva a recoger a sus hijos durante el episodio de lluvias torrenciales. «Los padres que han acudido a los colegios nos han generado un problema de gestión del incidente», aseguró, recordando que los alumnos «estaban a salvo en los centros escolares» y que la recomendación era «no desplazarse para evitar riesgos añadidos».
Gárriz subrayó que la acumulación de coches en los accesos a los centros escolares complicó el trabajo de los equipos de rescate. «Queremos evitar los desplazamientos al máximo para, entre otras cosas, conseguir descolapsar la ciudad», insistió.
Mientras tanto, las escuelas de Ibiza han reabierto sus puertas a partir de las 16.00 horas. Durante las horas de cierre, los alumnos permanecieron bajo la custodia de los equipos docentes hasta que se garantizó su seguridad para la salida.
Por otra parte, la Conselleria de Educación y Universidades ha desplazado técnicos y arquitectos a Ibiza para revisar los centros escolares afectados por la tormenta. Para mañana se han suspendido las clases en todos los centros de Vila.