Este jueves, durante la alerta por lluvias y tormentas sobre Ibiza, un mensaje sorprendió a los taxistas de la ciudad. “Recordamos que el taxi es un servicio público y el vehículo tiene la obligación de trabajar las 24 horas del día a riesgo de ser sancionado por no prestar servicio”, decía el texto. “Rogamos se incorporen inmediatamente a sus puestos de trabajo”, agregaba la circular, firmada por el Ayuntamiento de Ibiza.
El mensaje fue enviado mientras varias paradas de taxis lucían abarrotadas de gente, sin ningún vehículo que les prestara servicio. Había, por ejemplo, grandes concentraciones de personas en el aeropuerto.
La explicación del Ayuntamiento
“Solo había 80 taxis trabajando de 350. Es un servicio público, tienen la obligación de trabajar. Respondieron rápido. Quizás coincidió con que muchos habían parado a almorzar o a tomarse un descanso”, ha explicado a La Voz de Ibiza Rubén Sousa, Concejal de Transporte de Vila.
Y ha añadido: “Estaba todo activo. No había motivo para parar el transporte público. Solo se paraban las actividades al aire libre por precaución, ha sido una lluvia como ha habido muchos días. Si la administración no decreta que se cancela el servicio, se tiene que brindarlo”.
Temores y quejas entre taxistas
Entre los taxistas de la isla persistían las reservas y temores luego del temporal del 30 de septiembre, que había obligado a suspender todo el transporte público. Hubo quienes, consideraban que salir a trabajar representaba un riesgo para su integridad.
El propio Toni Roig, presidente de la Federación Insular del Taxi (FITIE), ha considerado que los antecedentes recientes pudieron haber disuadido a muchos conductores de salir a trabajar durante la lluvia. De hecho, ha destacado que varios taxis que continúan dañados a raíz de haber salido a las calles durante la tormenta de la semana pasada.
El presidente de la FITIE, de todos modos, elogió la actitud del sector, ya que ante el requerimiento del Ayuntamiento, decenas de taxistas salieron a trabajar.
También hubo malestar entre taxistas porque muchos alertaron que no circulaban autobuses (aunque el Ayuntamiento señala que sí estaba activo el servicio). Roig cree que, “al menos temporalmente”, hubo autobuses a los que se les restringió la circulación, sobre todo en la salida e ingreso de Vila, porque las calles estaban intransitables.













