La Guardia Civil mantiene bajo la lupa a una empresa náutica de Ibiza, propietaria de la lancha de lujo incautada el pasado 11 de octubre en la costa de Es Porroig, donde los agentes hallaron 521 kilos de cocaína ocultos en su interior. La investigación busca esclarecer quién contrató la embarcación, en qué condiciones y con qué propósito, además de determinar si los responsables del negocio tenían conocimiento del uso ilícito. Un detalle llamativo es que, en esta ocasión, el barco habría sido entregado sin capitán, algo inusual en la operativa habitual de la firma.
«Siempre se alquila con patrón y en este caso no, es muy extraño», afirman fuentes que siguen de cerca el caso.
Persecución de película
El operativo comenzó a primera hora de la mañana del sábado, cuando una patrulla terrestre observó una embarcación que navegaba a gran velocidad y de manera errática cerca de la costa. Los agentes alertaron al Servicio Marítimo, que desplegó una patrullera para interceptarla.
Según el informe oficial, los ocupantes de la lancha, al percatarse de la presencia policial, intentaron embestir a la patrullera, cambiaron el rumbo hacia tierra y vararon la embarcación junto a la Torre des Carregador. A continuación, abandonaron la nave y huyeron a pie por la zona de Es Porroig.
Un video grabado por vecinos y difundido en redes sociales muestra a cuatro personas corriendo por las rocas y la arena, mientras la patrullera se aproxima a la lancha encallada. Las imágenes se viralizaron en pocas horas, desatando numerosas especulaciones sobre lo ocurrido.
Dentro del barco, los agentes encontraron 21 fardos de cocaína, perfectamente embalados, con un peso total de más de media tonelada. La lancha fue remolcada y trasladada a puerto para su inspección.
Un alquiler fuera de lo habitual
Fuentes del sector náutico confirman que la embarcación pertenece a una empresa con sede en Santa Eulària des Riu, especializada en alquileres con capitán profesional, una práctica estándar para garantizar la seguridad de los pasajeros y el correcto manejo del barco.
Sin embargo, en esta ocasión la nave habría sido entregada sin tripulación, un hecho inusual dentro de la política habitual de la compañía.
En la página web del negocio figuran las especificaciones del modelo NUVA 11 : 11,20 metros de eslora, 2,99 de manga, dos motores Mercury de 300 caballos, capacidad para once pasajeros más patrón y tarifas que rondan los 2.000 euros diarios, según la temporada.
Este medio intentó contactar con la empresa, pero no obtuvo respuesta y los teléfonos de atención al cliente permanecen inactivos. Una mujer y un hombre son quienes aparecen como responsables de la firma investigada.
Cautela y silencio oficial
Consultada por este medio, la Guardia Civil se limitó a señalar: «De momento, no nos trasladan más información».
Las investigaciones buscan determinar las condiciones del alquiler y los agentes no descartan que la lancha haya sido utilizada para transportar la droga entre la península y las Pitiusas, aunque tampoco se desestima que la contratación se realizara inicialmente con otro fin.
Entre el lujo y el narcotráfico
El hallazgo ha causado gran impacto en el sector náutico ibicenco, donde este tipo de embarcaciones suele destinarse a excursiones turísticas y eventos privados de alto nivel. El video de la persecución y la huida de los tripulantes ha multiplicado las hipótesis: algunos usuarios sostienen que la lancha fue alquilada para un evento de dos días, mientras otros apuntan a una trama de narcotráfico organizada.
La investigación sigue bajo secreto, centrada en el análisis de las huellas y restos que podrían revelar quiénes huyeron tras varar la lancha.
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