Nestlé ha lanzado un ambicioso plan de reestructuración global que incluye la eliminación de 16.000 puestos de trabajo en los próximos dos años, un equivalente a cerca del 6 % de su plantilla mundial. Según comunicó la compañía, esta medida apunta a ajustar costos y redefinir su estructura operativa ante un entorno económico desafiante.
La reducción de personal se segmenta en 12.000 cargas administrativas distribuidas en distintas geografías, mientras que otros 4.000 empleos serán eliminados en áreas productivas y de cadena de suministro.
Con este ajuste, Nestlé busca generar un ahorro de 1.000 millones de francos suizos anuales para 2027, cifra que de hecho duplica su meta inicial.
A quiénes les afecta el recorte y qué funciones se priorizan

Los empleos administrativos serán los más golpeados en este proceso de reestructuración. Nestlé ha precisado que la mayoría de los recortes provendrán de funciones de oficinas centrales, divisiones corporativas y otras áreas de gestión que redundan en múltiples países.
Por otro lado, los sectores productivos y logísticos también serán objeto de ajustes. Los despidos en fábricas, centros de distribución y logística explican los 4.000 puestos restantes que la firma planea recortar.
En España, Nestlé ha indicado que aún desconoce el alcance concreto del impacto local, aunque aclara que el plan de despidos obedece a criterios globales y no específicos para cada filial.
¿Por qué Nestlé toma esta decisión? Lo que sucede con la empresa

Con el anuncio, la firma elevó sus expectativas de ahorro: ya no se conforma con recortar costos, sino con optimizar su estructura para generar 3.000 millones de francos suizos hasta 2027.
El nuevo CEO, Philipp Navratil, quien asumió el cargo tras la salida de Laurent Freixe, ha liderado este movimiento estratégico, que apunta a fortalecer márgenes y acelerar la innovación priorizando las unidades de negocio con mayor potencial.
Sin embargo, esta reorganización no está exenta de riesgos. La elevada reducción de plantilla podría generar resistencia interna, filtraciones de talento clave o problemas de moral entre los empleados que permanecen. Además, la incertidumbre sobre cómo se aplicarán los recortes en cada país amplifica las especulaciones en los mercados.
Nestlé ya experimentó una reacción positiva en bolsa tras el anuncio, con una subida de más del 9 %, lo que sugiere que los inversores apoyan una acción decidida frente a la caída de ventas globales.