La noticia ha sacudido al sector alimentario mundial. Nestlé, el gigante suizo de la alimentación y una de las empresas más poderosas del planeta, ha anunciado la eliminación de 16.000 puestos de trabajo en los próximos dos años. El plan forma parte de un nuevo programa estratégico que busca reducir costes y adaptarse a un entorno económico cada vez más competitivo.
En España, donde la compañía tiene una fuerte presencia industrial y comercial, el anuncio ha generado preocupación entre los más de 4.000 empleados que forman parte de su plantilla. Por ahora, la filial nacional no ha confirmado si los despidos afectarán al territorio español, aunque los sindicatos ya han pedido explicaciones.
Un plan global con 16.000 despidos
El nuevo director general de Nestlé, Philipp Navratil, ha justificado la medida señalando que “el mundo está cambiando y Nestlé debe adaptarse más rápidamente”. La reestructuración contempla la supresión de 12.000 puestos administrativos en distintas áreas y países, además de otros 4.000 empleos vinculados a la producción y la cadena de suministro.
Según la multinacional, este ajuste permitirá ahorrar alrededor de 1.000 millones de francos suizos anuales (unos 1.030 millones de euros) de aquí a 2027, el doble de lo que se preveía en los planes anteriores. A nivel global, Nestlé emplea a más de 270.000 personas, lo que significa que la reducción afectará a cerca del 6% de su fuerza laboral.
Incertidumbre entre los empleados españoles
En España, Nestlé cuenta con 4.060 trabajadores, de los cuales más de 2.600 están en fábricas y centros de producción, y 1.000 en oficinas y servicios centrales. Las instalaciones de la compañía se reparten entre diez centros industriales, con una sede principal en Esplugues de Llobregat (Barcelona).
Pese a los buenos resultados del último ejercicio, que cerró con ventas por 2.582 millones de euros (un 4,1% más que el año anterior), el anuncio global ha despertado inquietud entre la plantilla española.
Desde el sindicato CSIF, su responsable de Empresa Privada, Pedro Poves, ha afirmado que la noticia “ha generado preocupación” y ha pedido a la compañía “que aclare si los despidos afectarán a España y en qué medida”. “No creemos que haya motivos para recortes aquí, porque la empresa presenta resultados sólidos”, ha señalado.
En la misma línea, UGT ha confirmado que, por el momento, no dispone de información adicional sobre cómo se aplicará el plan en el país.
Por su parte, fuentes oficiales de Nestlé España citadas por ABC han asegurado que “la reducción de personal anunciada se aplica a mercados y funciones a nivel global” y que “no hay información adicional disponible” respecto a su impacto nacional.
Un gigante con más de un siglo en España
Nestlé abrió su primera fábrica en España en 1905, en La Penilla de Cayón (Cantabria), y desde entonces ha tejido una amplia red industrial y comercial. Actualmente, emplea a más de 900 personas en su planta cántabra, su mayor centro de producción, donde fabrica harinas infantiles, chocolates, leche en polvo y cacao soluble.
El centro de Gerona, especializado en café soluble y cápsulas, da trabajo a más de 800 empleados, mientras que las embotelladoras de agua en Viladrau (Gerona) y Herrera del Duque (Badajoz) suman cerca de 400 trabajadores.
Otros centros destacados son los de Castellbisbal (Barcelona), donde se producen alimentos para mascotas; Gijón, donde se elaboran platos preparados como la fabada; Miajadas (Cáceres), responsable de la salsa de tomate Solís; y Sebares (Asturias), especializado en purés de frutas y zumos infantiles.
En total, la compañía opera en diez plantas de producción repartidas por toda España, y exporta el 40% de su producción, principalmente a países de Europa y Oriente Medio.
Resultados sólidos y compromiso inversor
Los sindicatos subrayan que los números de Nestlé España no justifican despidos. La filial cerró 2024 con un crecimiento del 4,1%, impulsado por las exportaciones, que crecieron un 7% interanual y generaron 1.038 millones de euros. Las ventas nacionales también aumentaron un 1,7%, hasta los 1.544 millones.
Además, la compañía invirtió 76 millones de euros en el último ejercicio, buena parte de ellos destinados a modernizar su planta de Cantabria. Allí, ha destinado 5,5 millones de euros para automatizar el sistema de envasado y eliminar el uso de plásticos en los multipacks de tabletas de chocolate.
Cambios en la cúpula directiva
La decisión de reducir plantilla llega en un momento de profundos movimientos internos en la dirección de Nestlé. El pasado 1 de octubre, el español Pablo Isla, expresidente de Inditex y Altadis, asumió la presidencia global de la compañía, adelantando su nombramiento tras el cese del anterior consejero delegado, Laurent Freixe, por mantener “una relación no declarada con una subordinada directa”.
El nuevo CEO, Philipp Navratil, proveniente de Nespresso, fue designado con la misión de reorganizar la estructura y recuperar la rentabilidad tras varios trimestres de ventas a la baja. Solo en los nueve primeros meses de 2025, Nestlé registró un descenso del 1,9% en ingresos, equivalentes a 1.290 millones de euros menos.
A pesar de los ajustes, los mercados han recibido positivamente la noticia. Las acciones de Nestlé subieron más de un 9% tras el anuncio, pasando de 79,99 a 83 francos suizos por título, reflejo de la confianza de los inversores en el nuevo plan estratégico.
