El mundo del transporte y las redes sociales está de luto por la muerte de Oti Cabadas González, más conocida como CocoTruckerGirl, una de las voces más queridas y singulares del sector. La camionera gallega falleció este domingo a los 41 años tras sufrir un derrame cerebral cuando regresaba de un encuentro de vehículos clásicos en Alcañiz (Teruel).
Según informaron medios locales, Oti comenzó a sentirse mal durante el viaje, aquejada de fuertes dolores de cabeza, y acabó desmayándose. Fue trasladada en helicóptero al hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde finalmente falleció. Su muerte ha causado una profunda consternación entre compañeros de profesión y seguidores, que han llenado las redes de mensajes de cariño y despedida.
De peluquera a camionera: una vocación descubierta por casualidad
Nacida en Fornelos de Montes (Pontevedra), Oti Cabadas nunca imaginó que su destino estaría al volante de un camión. De adolescente estudió peluquería, pero su verdadera vocación la descubrió a los 19 años, mientras trabajaba en un restaurante frecuentado por camioneros. Aquellos encuentros la marcaron para siempre.
Aunque en su entorno nadie se dedicaba al transporte, su curiosidad y admiración por la profesión la llevaron a soñar con ponerse al volante. El camino no fue fácil: a los 22 años, tras superar los prejuicios y comentarios desalentadores, logró su carné profesional.
En una entrevista, recordaba con humor y orgullo los obstáculos del principio: “Un profesor de autoescuela me dijo ‘no vales para esto’. Me subí al camión y ya no me he bajado.” Desde entonces, Oti dedicó su vida a la carretera. Recorrió toda Europa transportando mercancías y convirtiendo la cabina de su camión en un auténtico hogar.
Una pionera que inspiró a miles de mujeres
Como CocoTruckerGirl, su nombre en redes sociales, Oti se convirtió en un referente del transporte por carretera. Desde Instagram, TikTok y Facebook, donde sumaba más de 300.000 seguidores, compartía su día a día en la carretera: rutas, anécdotas, paisajes y reflexiones sobre la vida del camionero.
Su estilo era cercano y auténtico, mostrando tanto las luces como las sombras del oficio. Su objetivo era claro: normalizar la presencia femenina en un sector dominado por hombres y animar a otras mujeres a seguir sus pasos. En una ocasión, lanzó un mensaje que se volvió viral: “Yo a las niñas les regalaría la Barbie Camionera.”
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Para Oti, los referentes femeninos eran esenciales. Sabía que su visibilidad ayudaba a romper estereotipos y a mostrar que las mujeres también podían vivir de la carretera, con pasión y profesionalidad.
Una influencer de la carretera con propósito
Oti Cabadas no buscaba fama: quería dignificar el trabajo del transportista y poner voz a quienes viven muchas horas al volante. En sus vídeos hablaba de los retos del sector, la soledad de la carretera y la importancia de la seguridad vial.
“Cada vez que paro a descansar, conozco a alguien que me ha visto en los vídeos”, contaba con humor, sorprendida del alcance de sus publicaciones. Su forma natural y optimista de comunicar le valió un lugar destacado en la comunidad camionera, que la consideraba una compañera más, pero también un símbolo de orgullo profesional.
Comprometida con la igualdad y la formación
Además de su labor en redes, Oti colaboró con proyectos e iniciativas para mejorar la imagen y la formación del sector. Participó en campañas de seguridad vial, fue embajadora de Eurowag y colaboró en programas como el Nanogrado de Transporte 4.0, centrado en la modernización del transporte de mercancías.
Defendía la profesionalización del oficio, la igualdad de oportunidades y la conciliación laboral, especialmente para las mujeres. Aunque ella no tenía hijos, era consciente de las dificultades que enfrentaban sus compañeras madres para compaginar la vida familiar con los largos viajes.











