La Conselleria de Educación y Universidades ha abierto una investigación oficial para esclarecer un supuesto caso de acoso escolar en un instituto de Palma, después de que el caso haya cobrado relevancia pública tras difundirse en redes sociales.
Según han confirmado fuentes del departamento autonómico, Inspección Educativa ha puesto en marcha el protocolo de actuación frente al acoso a petición del propio centro escolar y se encuentra actualmente entrevistando a las partes implicadas con el objetivo de esclarecer los hechos y determinar su gravedad.
El caso se viraliza tras la denuncia de una creadora de contenido
El caso ha adquirido una notable repercusión en redes sociales después de que una creadora de contenido publicara en sus perfiles una denuncia sobre los mensajes que habría recibido la víctima, una joven que ya no estudia en el centro afectado.
En dichos mensajes, algunos usuarios instaban a la adolescente a “hacerse un Sandra Peña”, en alusión a la niña andaluza que se suicidó recientemente tras sufrir acoso escolar. Esta frase, difundida en redes, ha generado una fuerte ola de indignación y de preocupación social en Baleares por el tono violento y la aparente banalización de un caso que conmocionó a todo el país.
Las publicaciones han sido compartidas cientos de veces y han provocado la reacción de numerosos usuarios que piden una actuación contundente por parte de las autoridades educativas y judiciales. “No se puede permitir que se repitan situaciones así”, señalaban algunos comentarios en X (antes Twitter), donde el asunto se convirtió en tema destacado en las últimas horas.
Educación confirma que ha activado el protocolo
Según recogió Europa Press, fuentes de la Conselleria de Educación han explicado que el procedimiento se ha activado de forma inmediata en cuanto se tuvo conocimiento de la denuncia. Inspección Educativa ya ha iniciado las entrevistas tanto con el equipo directivo del instituto como con los alumnos y docentes que podrían tener información sobre los hechos.
El protocolo incluye diferentes fases de evaluación para determinar si existen indicios de acoso escolar, así como medidas preventivas y de acompañamiento para garantizar la protección de la víctima y el restablecimiento de la convivencia en el entorno educativo. Además, se contempla la intervención de los servicios de orientación y, en su caso, de los servicios sociales o fuerzas de seguridad si se considera necesario.
El acoso escolar, un problema persistente
El caso llega en un contexto de creciente preocupación social por el acoso en las aulas. Según los datos de la propia Conselleria de Educación, durante el curso pasado se abrieron 887 protocolos de acoso escolar en Baleares, de los cuales el 20% fueron confirmados tras la investigación.
Esto significa que uno de cada cinco casos denunciados resultó ser un caso real de bullying, mientras que el resto correspondieron a conflictos puntuales o situaciones que no reunían los criterios del protocolo. Aun así, los expertos advierten que muchos episodios de acoso no llegan a denunciarse, especialmente en los primeros estadios, cuando la víctima tiende a guardar silencio por miedo o vergüenza.
En este sentido, desde la administración recuerdan la importancia de no minimizar los insultos, amenazas o humillaciones entre compañeros y de informar siempre al centro educativo ante cualquier sospecha de maltrato psicológico o físico.
El eco del caso de Sandra Peña
El caso de Sandra Peña, la adolescente sevillana que se quitó la vida tras sufrir acoso escolar, ha generado un intenso debate en toda España sobre la eficacia de los protocolos educativos y la responsabilidad de los centros a la hora de detectar y frenar este tipo de situaciones.
El impacto emocional del caso andaluz ha llegado hasta Baleares, donde familias y asociaciones educativas piden más recursos, más psicólogos en los centros y una respuesta inmediata ante cualquier señal de acoso.
Teléfono de ayuda y apoyo psicológico
Ante posibles situaciones de acoso escolar, el Ministerio de Educación y las comunidades autónomas mantienen activo el teléfono gratuito 900 018 018, una línea de ayuda atendida por profesionales especializados que no deja rastro en la factura y funciona las 24 horas del día.
Además, se anima a los estudiantes, padres y docentes a denunciar cualquier indicio de acoso a los equipos directivos o a las autoridades competentes. La detección temprana, insisten los expertos, es clave para evitar consecuencias graves en la salud mental de los jóvenes.









