La paciencia de muchos vecinos de Ibiza ha vuelto a desbordarse junto con el agua. Un chaparrón breve, apenas un rato de lluvia a primera hora de la mañana, bastó para que el centro de la ciudad y zonas como Playa d’en Bossa o Can Misses volvieran a quedar inundados. En algunas calles, los vecinos aseguran que de las alcantarillas salía un líquido aceitoso, lo que convirtió las aceras en superficies resbaladizas e impracticables. Y que el hedor era de momentos insportable.
-
El temporal vuelve a colapsar Ibiza con lluvias intensas desde primera hora
-
Lluvias y alerta amarilla: Ibiza acelera la limpieza de sus alcantarillas para evitar inundaciones
“Estamos un poco hartos de esto. Este mes ha sido muy sucio”, lamentaba un comerciante en declaraciones a IB3. Otro resumía el sentimiento general con una frase seca: “Quince minutos de lluvia y un desastre”. Desde la asociación de vecinos y comerciantes de Es Pratet, su presidenta, Carmen Cárcel, fue tajante: “El barrio huele ahora mismo horrible. Se tiene que hacer mucha limpieza en las alcantarillas, están todas taponadas”.
Vecinos cansados y redes encendidas
La frustración se multiplicó en redes sociales. Desde un autobús escolar, una usuaria publicaba vídeos de Playa d’en Bossa bajo el agua: “Buenos días desde el autobús escolar en una Playa d’en Bossa ya inundada luego de menos de una hora de tormenta”, escribía en inglés. En otro vídeo, la misma usuaria publucaba a las 7:30 de la mañana: “Can Misses y Playa d’en Bossa después de una hora de tormenta. ¡Esto pasa cada vez que llueve!”.
Los comentarios coincidían en el diagnóstico: falta de mantenimiento y prioridades equivocadas. “Tantos gastos de obras y no tenemos ningún sistema de drenaje”, denunciaba una vecina. Otra añadía con sarcasmo: “Pero radares nuevos hay, más de diez”. Otros mensajes apuntaban directamente a las empresas constructoras o al diseño de las obras recientes: “¿Quién hizo esta renovación? Se olvidaron de poner drenajes”, reprochaba una residente extranjera.
En todos los casos, el tono es el mismo: indignación, cansancio y la sensación de estar repitiendo una escena conocida.
Tras las inundaciones de septiembre y octubre
El enfado ciudadano no surge de la nada. Ibiza llega a este nuevo episodio con dos recientes temporales aún en la memoria. El 30 de septiembre, la borrasca ex ‘Gabrielle’ dejó más de 250 litros por metro cuadrado en 24 horas, provocando inundaciones históricas, viviendas anegadas y la intervención de la UME. Apenas dos semanas después, la DANA ‘Alice’ volvió a golpear con fuerza: 174 litros en un solo día, nuevas balsas de agua en Playa d’en Bossa y calles convertidas en ríos.
Desde entonces, el temor a cada nube ha crecido. “Cada vez que llueve cuatro gotas nos inundamos”, escribía una vecina esta mañana. Y, aunque la tormenta de hoy fue corta, bastó para demostrar que el sistema sigue al límite, incapaz de absorber ni siquiera una hora de lluvia.
También volvió a repetirse una postal entre comerciantes del centro de Vila: armaron barreras para evitar que el agua entre en sus locales.
En alerta por nuevas lluvias
La Aemet mantiene la vigilancia: el sábado se esperan nuevas lluvias intensas, aunque de menor duración, lo que ha llevado al Ayuntamiento de Ibiza a mantener activo su plan especial de limpieza preventiva.
El Consistorio ya ejecutó el jueves trabajos en la red de alcantarillado y refuerzos en zonas vulnerables, especialmente en Es Pratet y ses Feixes, para mejorar la evacuación del agua y reducir riesgos ante la próxima borrasca.
Una demanda que se repite
El reclamo es unánime: más limpieza, más mantenimiento y soluciones estructurales. Los vecinos piden una revisión profunda de la red de alcantarillado y una inversión real en drenaje urbano, especialmente en puntos críticos como Es Pratet, Can Misses y Playa d’en Bossa.
Mientras tanto, en las calles aún quedan charcos, olor a aguas estancadas y la sensación, cada vez más extendida, de que Ibiza no puede permitirse otra inundación más.
