ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO

¿Y si Franco no murió el 20N? Las teorías que siguen dividiendo a España 50 años después

El dictador falleció oficialmente el 20 de noviembre de 1975, pero médicos, periodistas e historiadores han señalado indicios que apuntan a un día antes

Francisco Franco
Francisco Franco

«Españoles, Franco ha muerto». Con esta frase, Carlos Arias Navarro anunció por televisión la muerte del dictador que gobernó España durante cuatro décadas. Era el 20 de noviembre de 1975, una madrugada que muchos españoles recuerdan con nitidez y que Europa Press adelantó a las 04:58 horas con un teletipo repetido tres veces: «Franco ha muerto. Franco ha muerto. Franco ha muerto». Medio siglo después, aquella fecha continúa envuelta en teorías, contradicciones y testimonios que ponen en duda la versión oficial.

El certificado de defunción estableció las 5:25 horas como momento exacto de su fallecimiento. Sin embargo, distintos relatos han alimentado la idea de que Franco pudo haber muerto antes, incluso el día 19. Uno de los testimonios más destacados es el de Antonio Piga, el médico que embalsamó el cuerpo. Él asegura que llegó al hospital de La Paz hacia las 00:40 horas y que vio al dictador ya sin vida, aunque la hora oficial se fijó cuando terminó el embalsamamiento. Según sus palabras, no podían determinar el momento preciso, pero era «obvio» que «llevaba algún tiempo fallecido». De hecho, desde su «ciencia y conciencia», afirmaba que «está claro que Franco había fallecido el 19 de noviembre».

Las teorías sobre un 20N elegido: del simbolismo falangista al cálculo político

Entre las explicaciones más extendidas figura una coincidencia histórica muy conveniente para el régimen: José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange, fue ejecutado el 20 de noviembre de 1936. Aquel fusilamiento, que Franco conoció pero ocultó durante dos años, contribuyó a crear el mito del ‘ausente’, pieza clave de la propaganda franquista.

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La fecha del 20N volvió a aparecer en 1939, cuando los restos de Primo de Rivera fueron trasladados desde Alicante hasta El Escorial. Y aunque el cuerpo no llegó al Valle de los Caídos hasta el 31 de marzo de 1959, la coincidencia de fechas alimentó después sospechas: algunos historiadores creen que el dictador pudo ser mantenido artificialmente con vida hasta superar la medianoche, permitiendo así que su muerte quedara asociada simbólicamente a la de Primo de Rivera.

Aun así, no todos los expertos respaldan esta hipótesis. El periodista Enrique Villar sostiene que la demora entre la muerte real y el anuncio obedeció principalmente a motivos administrativos: «Estaba previsto que durante ese plazo de tiempo se activasen automáticamente todas las previsiones sucesorias». Una de esas obligaciones era avisar al entonces príncipe Juan Carlos, aunque «parece que falló la cadena y el príncipe se enteró un poco tarde».

Piga también recordó —en declaraciones recogidas por El Confidencial— que no tenía claro «qué autoridad pidió» modificar el acta oficial de la muerte. «Quizá fue [Vicente] Pozuelo», señalaba, aludiendo al médico personal de Franco. Según él, «lógicamente, tuvimos que cuadrar la hora del acta de embalsamamiento para que la hora de la muerte fuera verosímil».

Pero Piga añadió otra posible explicación: al anunciarlo de madrugada, «igual pensaban que amortiguaban su impacto y mitigaban las posibles protestas, ya que pillaría a casi todo el mundo en la cama». Nunca se ha confirmado, y hoy sigue siendo apenas eso: una teoría.

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La “cábala del 19-N”: una coincidencia numérica que alimentó el mito

Existe también otra teoría, de carácter casi esotérico. El historiador Xavier Casals i Meseguer explicó en su blog que en ciertos círculos franquistas circuló una idea singular: que era preferible evitar que Franco muriera el día 19. La razón estaba en una supuesta “profecía” numérica.

La suma de la fecha del inicio de la Guerra Civil (18-07-1936) y la del final oficial del conflicto (1-04-1939) daba un resultado llamativo:

  • Los días sumaban 19.

  • Los meses sumaban 11 (noviembre).

  • Los años sumaban 75.

Es decir: 19 del 11 del 75. Una coincidencia que algunos interpretaron como un augurio funesto, alimentando la idea de que un fallecimiento el 19 de noviembre habría tenido un significado simbólico indeseado.

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