“Pedimos dignidad, justicia y sentido común.” Con esta frase, incluida en el manifiesto leído este domingo, quedó sintetizado el reclamo que articuló la marcha del 30 de noviembre en Ibiza. En las intervenciones, las voces de autónomos y organizadoras coincidieron en señalar la necesidad urgente de adaptar el sistema a la realidad de quienes trabajan por cuenta propia, un colectivo que afirma sostener sectores enteros de la economía local mientras continúa operando sin una red de protección suficiente. “Hoy Ibiza habló alto y claro. La respuesta ha sido impresionante. Calles llenas, manos en alto y un mensaje común: basta ya de asfixiarnos”, describió Alicia Reina, una de las coordinadoras del movimiento.
Reclamos centrados en cuotas justas y alivio fiscal
El eje de las reclamaciones giró en torno a las cuotas y la presión fiscal. El manifiesto denunció que muchos profesionales se ven obligados a pagar incluso en meses sin ingresos y exigió cuotas proporcionales a los ingresos reales, señalando que el sistema actual endeuda y aboca al cierre a numerosos pequeños negocios. La plataforma insistió también en la necesidad de aplicar la exención del IVA para facturación inferior a 85.000 euros, contemplada por la normativa europea, así como modelos más simples que eviten que los autónomos actúen como intermediarios en la recaudación de impuestos.
Protección social y conciliación como demandas urgentes
Los participantes recordaron que la falta de protección en situaciones de enfermedad, maternidad o duelo continúa siendo uno de los principales motivos de vulnerabilidad del sector. El manifiesto reclamó un cese de actividad accesible, bajas con cotización reducida y la garantía de que una ausencia temporal no suponga pérdidas irreversibles. En el mismo sentido, Reina subrayó la necesidad de conciliación familiar y laboral, permisos remunerados para situaciones delicadas y recursos de apoyo psicológico y económico, elementos que identificó como imprescindibles para sostener la actividad de miles de negocios pequeños.
Menos burocracia y protección de la vivienda familiar
El exceso de trámites y las sanciones por errores administrativos fueron otro de los puntos ampliamente repetidos durante la jornada. La plataforma pidió procesos claros, una ventanilla única y comunicaciones comprensibles, dejando atrás un lenguaje jurídico que complica gestiones básicas. También reclamó la separación estricta entre patrimonio personal y empresarial, advirtiendo que la vivienda familiar no puede quedar expuesta por incidencias derivadas de un negocio. “La vivienda habitual debe ser intocable”, insistió el manifiesto.
Un movimiento que no concluye con la marcha
El ambiente general de la jornada combinó reivindicación y continuidad. Para las organizadoras, el 30N no supone un cierre, sino el inicio de una fase más amplia de movilización que busca trasladar estas peticiones a las administraciones. Reina lo resumió así: “Hoy no ha sido un final, ha sido el comienzo. Seguiremos movilizados hasta que nos escuchen.”
La protesta en Ibiza se produce tras semanas de exposición pública de testimonios de autónomos y después de que el pleno del Consell Insular aprobara una moción de apoyo al colectivo, alertando de los efectos de la insularidad, la estacionalidad y los sobrecostes sobre quienes trabajan por cuenta propia.
