ASTRONOMÍA

La superluna que no se volverá a ver hasta 2042 abre un diciembre lleno de fenómenos astronómicos

La última luna llena del año llega en forma de superluna, casi un 8% más grande y un 15% más brillante, marcando un diciembre repleto de lluvias de estrellas y el solsticio de invierno

Luna llena y eclipse lunar 2025
Luna llena y eclipse lunar 2025

La noche del 4 al 5 de diciembre de 2025 será una de las grandes citas astronómicas del año. No solo se trata de la última luna llena de 2025: será una superluna especialmente llamativa que, según los expertos, no se repetirá hasta 2042. Un espectáculo visible desde cualquier punto del planeta y que pondrá el broche a un mes repleto de acontecimientos celestes.

La superluna de diciembre, también conocida como Luna Fría o de las Noches Largas, será más grande y brillante que una luna llena habitual, ya que el satélite se encontrará en un punto especialmente cercano a la Tierra. De hecho, será la luna de mayor diámetro aparente de todo el año, con un tamaño casi un 8% mayor y un brillo un 15% más intenso. El momento de máximo esplendor tendrá lugar a las 00:14 horas de la madrugada del jueves al viernes.

Aunque podrá verse a simple vista, los astrónomos recomiendan alejarse de zonas con contaminación lumínica y mirar hacia el oeste coincidiendo con su salida o puesta, cuando se aprecia más brillante. La Luna, además, se verá especialmente alta en el horizonte, un detalle poco habitual en este tipo de fenómenos.

Una superluna que despide el año bajo la constelación de Géminis

El plenilunio llegará bajo la constelación de Géminis, marcando el comienzo de un diciembre astronómicamente cargado. El calendario lunar del último mes del año continúa su ciclo con el cuarto menguante el 11 de diciembre (21:51 horas), la luna nueva el 20 de diciembre (2:43 horas) y el cuarto creciente el día 27 (20:10 horas).

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El calendario lunar, usado desde hace más de 5.000 años desde la antigua Mesopotamia, sigue siendo un referente no solo para la astronomía, sino también para quienes siguen los ritmos naturales asociados al satélite, desde mareas hasta cultivos.

Diciembre llega cargado de eventos: lluvia de estrellas y solsticio de invierno

El mes se estrena con esta superluna, pero no será el único fenómeno destacable. Diciembre trae dos lluvias de estrellas especialmente esperadas por aficionados y expertos.

Las Gemínidas, activas entre el 4 y el 17 de diciembre, alcanzarán su máxima actividad el día 14 y pueden ofrecer hasta 150 bólidos por hora, con meteoros brillantes, lentos y de colores intensos. Las Úrsidas, visibles entre el 17 y el 26 de diciembre, tendrán su pico el día 22. Son una lluvia menor, pero con destellos procedentes de la estela del cometa 8P/Tuttle.

A estos eventos se suma el solsticio de invierno, que llegará el domingo 21 de diciembre de 2025 a las 16:03 horas, dando inicio a la estación más corta del año: 88 días y 23 horas. La explicación está en la órbita elíptica de la Tierra, que acelera su movimiento cuando está más próxima al Sol, según la segunda ley de Kepler.

El solsticio marca el día con menos luz solar del año, con hasta seis horas menos que el solsticio de verano. Aun así, no será el día en que más tarde amanece ni el que antes anochece: eso ocurre, respectivamente, a principios de enero y el 10 de diciembre. Durante diciembre, en prácticamente toda España (salvo Canarias), anochece antes de las seis de la tarde.

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Los planetas de diciembre: Júpiter y Saturno dominan la noche

El mes ofrece también un buen escaparate planetario. Mercurio será difícil de observar: aguanta menos de una hora tras el ocaso y pierde brillo. Venus se despide hasta febrero; todavía es lucero del alba, pero su salida casi coincide con el amanecer. Marte será invisible: su ocaso se produce apenas media hora tras el solar.

Júpiter será el gran protagonista, visible más de la mitad de la noche en Géminis y aumentando su brillo hasta magnitud –2,5. Con telescopio pueden apreciarse sus nubes, la Gran Mancha Roja y el movimiento de Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. Saturno, ubicado en Acuario, seguirá viéndose con facilidad a pesar de que sus anillos presentan menos de un grado de inclinación.

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