Tomás Planells Struse es hijo de una alemana y un payés natural de San Miguel, que luchó contra el cáncer y le ganó. Y en la lucha, llegó a él una perra particular. Y nadie ama como los perros. Nadie es más fiel. Nadie tan agradecido.
Al mismo tiempo, empezó a ver y preocuparse por un problema relativamente nuevo pero que avanza sin pausa; la invasión de serpientes de nuestra isla producto de las importaciones de árboles, olivos especialmente con finalidades ornamentales, lo que ha motivado un edificio en el puerto para la cuarentena de determinadas importaciones.
Se están llevando a cabo acciones, por ejemplo, desde el trampeo, creación de santuarios, desarrollo de programas de cría ex situ para la reintroducción (en Barcelona) para proteger a la podarcis pityusensis o largartija pitiusa, pero no es suficiente.
Y Tomás, con mucho tiempo disponible, decidió usarlo para algo bueno por el beneficio colectivo.
-¿Cómo se conocieron Boira y tú?
-Me la dio una chica con dos semanas. Estuvimos mes y medio dándole biberón. Al principio era un terremoto de perra. Se sabe que muchos animales que cuando no son criados con la madre se les cruza algún cable, y son o pesados o poco dóciles.
-¿Qué raza es y qué edad tiene?
-Es mixta, un veterinario me dijo que debe ser mitad pastor alemán y border collie, o sea hija de padres y madre de trabajo, principalmente de manejo de cabras y de ovejas. Y es del año 2020, así que tiene 5 años.
-¿Cómo es su personalidad?
-Es muy buena, muy activa y buena como perra de trabajo pero las hay mejores. Me ha puesto las cosas muy fáciles, tengo que decirlo.
-¿Por qué Boira, tiene un significado?
-Boira quiere decir niebla en ibicenco y porque me gustó. Ahora tiene más marrones en su pelaje pero antes con la boira no se la veía y me gustó.
-¿Cómo llegan y de dónde son las serpientes invasoras?
-En teoría, porque yo no lo he visto, dentro de los árboles. En las oliveras por ejemplo, que tienen muchos huecos. Se traen en invierno y coincide con la hibernación de la serpiente. Y cuando hace calor salen, y como no tienen depredadores, se reproducen sin problema.
-¿Cuál es la mayora amenaza?
-Para las lagartijas las primeras, recuerdo que antes te sentabas a comer un bocata en cualquier parte y te aparecía una aquí y otra allí… ahora no se ven por ningún lado. Y se ven serpientes, las cuales al acabar con las lagartijas pasarán a la siguiente especie; roedores, pequeñas aves, etcétera.
-Hay una reducción importante entonces.
-Sí, sí, notoria. No sé cifras pero hace mucho que no las veo y la última que vi fue en un refugio.
-¿Cómo se te ocurre un día enseñarle a tu perra a cazar serpientes?
-Como coincidió que yo tenía mucho tiempo libre y que leí una noticia sobre una persona que intentó enseñar a una perra a cazar serpientes sin éxito yo pensé que yo tengo más tiempo que ese señor, seguro. Y lo intenté. Y lo conseguí. Después de meses.
-¿Cómo?
-Lo primero fue quitarle el miedo. Su instinto de supervivencia es correr pero a la vez tiene también el de caza. La pregunta es cómo le quitas uno y no el otro o los dos. Pues con muchísima paciencia. Estuvimos meses hasta que ella mostró interés.
-¿Qué pasaría si Boira es mordida por una de ellas?
-Tienen tan poco veneno que no supone peligro para humanos, perros o nadie. A mí no me han mordido pero me gustaría hacer la prueba, me da respeto, también te digo. A la perra sí le mordieron pero el veterinario me dijo que limpiando la herida para evitar infecciones es suficiente.
-¿Pero cómo ha sido el entrenamiento exactamente?
-Al principio usábamos las cajas que hay repartidas por la isla que son trampas, que tienen dentro un ratón, y la serpiente entra pero no accede al cebo ni puede salir. Intenté presentarle la serpiente viva a la perra, que fue un fracaso total porque se iba corriendo llorando. Luego muerta, que después de muertas se siguen moviendo de reflejo pero no tanto, y ahí, con premio se la presenté y ya fue mejor. “Venga Boira”, “venga Boira”, “venga Boira” sin parar e hizo intento de morder, y luego a más, y a más, hasta que ella entienda que “eso es bueno”. Luego cuando me veía sólo con la caja ya se alegraba porque ya la tenía asociada con un premio.
-¿Cuál es la recompensa?
-Jamón, carne, huesos…
-¿Cómo entendió de las cajas a buscar en las paredes?.
-Bueno, eso justo yo lo hice mal porque no soy adiestrador pero miraba muchos vídeos tutoriales y me di cuenta que hay que darles una palabra de acción, cosa que yo no había hecho realmente. Una palabra que entienda inmediatamente que tiene que hacer algo en particular. Yo ahora tocando la pared le digo “busca” y lo hace, y si encuentra, marca.
-¿Cómo marca, se sienta?
-No, se queda mirando primero y luego se pone nerviosa, como impotente porque sabe que hay una en la pared pero no puede cogerla. Yo lo sé inmediatamente.
-¿Qué pasa con las serpientes que marca pero no puede acceder?
-Que quedan registradas para seguimiento, por lo menos se sabe que hay una o varias en esa zona y se vuelve a ver si hay suerte la próxima vez, además de poner trampas por ejemplo.
-¿Y se te puede llamar para que lleves a Boira a atrapar una serpiente?
-Bueno, algún amigo sí que lo ha hecho, por ejemplo, el otro día Eduardo Mayol del Botánico Biotecnológico me llamó y me dijo que tenía una localizada pero al final no hubo suerte.
-¿Cobras?, ¿Piensas en adiestrar a otros perros?
-No porque recién empiezo y es un beneficio para la isla y para todos. Si me llamaran 20 veces al día y me ocupara mucho tiempo si cobraría.
-Cuéntanos tu asociación con Bibopark e IbizaLoe.
-Hace poco nos hemos puesto en contacto y nos hemos puesto de acuerdo en trabajar juntos. Eduardo (Mayol) está interesado en conseguir otro perro para enseñarle y yo estoy dispuesto a ayudar. Y él es una persona con muy buenas ideas y recursos así que creo que se podría conseguir algo bueno.
-Sería genial tener una cuadrilla de 5 perros caza serpientes o algo así, ¿no?, ¿es vuestra idea?
-Más que ese objetivo estamos más con la idea de crear más refugios de lagartijas, pero hay que sortear un tema legislativo el cual prohíbe encerrarlas, entonces es delicado el tema. Y si los dejas abiertos el riesgo es máximo. Entonces Eduardo está poniendo un trabajo enorme en esto. Tiene su santuario y le pone arena rastrillada alrededor para saber cuándo entra una serpiente… los perros serían más de control, creo… Pero cuanta más gente tenga perros entrenados, mucho mejor. Sobre todo porque no hay depredadores naturales en Ibiza.
-¿Qué se come a las serpientes?
-Águilas culebreras, hurones, hay algunos.
-Claro, y si metemos hurones tendremos otro problema porque estás desbalanceando el ecosistema…
-Exacto.
-¿Crees que es solucionable esto?
-No, yo creo que no. Hay quienes, como Eduardo, que piensan que sí. Por la naturaleza de la serpiente yo creo que no, porque esos bichos pueden quedarse entre dos piedras sin moverse y sin comer meses. Y luego cuando salen con su olfato poderoso detectan el Co2 de cualquier animal y a comer. Van por tierra, trepan, nadan… ¡para no tener extremidades son la hostia! Y encima son rápidas. Y hay millones de escondites ideales para ellas…
-Y la isla tiene sobrepoblación de gatos, no creo que se las coman pero igual las podrían matar por jugar, ¿o me lo estoy inventando?
-Los gatos sí que podrían matarlas, pero es que también matan lagartijas, dragones y roedores. Entonces no creo que aporten a la solución.
-Entonces esta unión de varios que ha nacido con el interés de combatir esta plaga no es por intereses económicos entiendo, si no por dar un paso al frente para solucionar o atajar este problema, ¿entiendo bien?.
-Si, exacto. Es un fallo nuestro, de las personas, entonces es nuestra responsabilidad solucionarlo. Yo llamo y aliento a todos a tener una trampa, o un perro, o algo que ayude al control y erradicación de las serpientes en la isla.
