La Sala de Exposiciones de Can Curt inaugura este viernes 5 de diciembre, a las 19 horas, Habitar la deriva, la nueva propuesta de Valeria Fieschi Marí, una exposición que explora la identidad, la memoria y el vínculo entre la creación y la experiencia vital. El público podrá visitarla de jueves a domingo, entre las 19 y las 21 horas, hasta el 21 de diciembre.
Un viaje íntimo a través de capas personales y creativas
En Habitar la deriva, Fieschi Marí reúne un conjunto de obras fruto de un proceso íntimo y sostenido en el tiempo, donde confluyen distintas facetas de su identidad como mujer, madre, artesana, autónoma, migrante con raíces ibicencas, activista y artista. “Hace unos años empecé una serie de trabajos en los que descubrí una conexión entre los materiales de mi proyecto Mar de Fuego y las experiencias vitales que me rodean. En esta investigación afloran todas mis capas, todo aquello que define quién soy”, señala la autora.
Uno de los ejes de la muestra nace de la enseñanza que le dejó su amiga y maestra Pia Persia: “El verdadero artista construye su obra con los materiales que las experiencias vitales le proveen y se reconoce en su discurso con la misma sinceridad con la que se mira al espejo”. Estas palabras, grabadas en su memoria, marcan profundamente unas piezas donde crear, criar y creer forman una misma trama.
El hogar como taller y refugio creativo
Fieschi Marí considera este proyecto un retorno consciente a su faceta de artesana, aunque desde otra perspectiva. En su trabajo habitual, el taller funciona como un espacio externo y productivo; sin embargo, en esta ocasión desarrolló o finalizó todas las piezas dentro de su hogar. “Esta diferencia es esencial, porque trae la obra a casa, y es justamente de ese espacio —y de quién soy en él— de donde se alimenta”, afirma.
Los materiales que utiliza aportan significados distintos: el vidrio, presente en su día a día creativo; la cerámica, vinculada a un estado meditativo; las lanas, telas e hilos, que la conectan con otras etapas de su vida y con sus primeros años de maternidad; y objetos cotidianos, como ventanas que convierten su función en portales simbólicos. Cada pieza intenta sostener la fragilidad de un día a día donde las tramas de la vida avanzan sin linealidad ni orden, de forma espontánea, vivida y en permanente reconstrucción.
Un mapa identitario en constante movimiento
La exposición propone una indagación identitaria que avanza desde el interior hacia el entorno, revela capas del propio ser y abre una mirada hacia un movimiento vital sin rumbo predeterminado: la deriva que habitamos y que construye, con imperfecta belleza, aquello que llamamos hogar.
Sobre la artista
Nacida en Buenos Aires en 1985 y licenciada en Artes Visuals por la Universidad Nacional de las Artes (UNA), Valeria Fieschi Marí reside en Ibiza desde 2011. Su trayectoria evolucionó de la pintura a un lenguaje que combina textil, cerámica, vidrio y otros materiales. Las raíces, el mapa como representación espacio-tiempo, la maternidad y la identidad de mujer y migrante ocupan un lugar central en su obra, también influida por la memoria de un abuelo ibicenco que emigró a Argentina.
Entre 2006 y 2010 participó en numerosas muestras colectivas y proyectos escenográficos en Buenos Aires, además de colaborar con la artista Pia Persia. Ya en Ibiza, trabajó con Xiringuito Teatre i Comunitat y presentó tanto exposiciones individuales —como Andando, Habitando (Club Diario de Ibiza, 2015)— como colectivas, muchas de ellas vinculadas a la cerámica.
Desde 2013 impulsa el proyecto Mar de Fuego, donde crea piezas en vidrio con un marcado sello mediterráneo. Actualmente vive y trabaja en Sant Josep y continúa formándose y participando activamente en proyectos artísticos y sociales. Su obra destaca por su versatilidad y su apertura a múltiples disciplinas y conceptos, siempre en diálogo con el presente y con su contexto sociocultural.








