El exfutbolista del Celta de Vigo, Hugo Mallo, ya conoce la sanción definitiva que deberá afrontar por el delito de abuso sexual cometido contra la persona que encarnaba a la mascota del RCD Espanyol en abril de 2019.
La sentencia, dictada por el Juzgado de lo Penal número 21 de Barcelona, establece una pena económica que el jugador deberá comenzar a saldar en un plazo máximo de diez días desde la publicación del fallo.
De qué se lo acusó a Hugo Mallo y qué sucedió
Los hechos ocurrieron durante el protocolo de saludos previo al encuentro Espanyol–Celta disputado el 24 de abril de 2019. En ese momento, Mallo aprovechó el pasillo de presentación para tocar los pechos de la mujer que actuaba dentro del disfraz de la mascota perica.
Aunque el episodio pasó inicialmente desapercibido, la víctima lo hizo público en septiembre de 2024, generando una fuerte reacción mediática y la apertura de un proceso judicial. Tres meses después, la Audiencia Provincial confirmó la resolución inicial del caso tras desestimar el recurso presentado por el exjugador, dejando firme la condena por abuso sexual.
Cuáles son las penas que recibe el jugador
La sentencia contempla una multa de 7.000 euros, que Mallo deberá abonar en cuotas diarias de diez euros durante un periodo de 20 meses. Esta cantidad no incluye las costas judiciales ni los gastos de representación de la víctima, que también recaen sobre el condenado.
Además, el exfutbolista deberá pagar 1.000 euros en concepto de daños morales. Según recoge Diario AS, la denunciante tiene previsto donar esta cantidad al propio RCD Espanyol como muestra de agradecimiento por el respaldo institucional recibido a lo largo del proceso.
El juez ha dado un margen de diez días para que Mallo informe cómo cumplirá con el pago de las sanciones o, en su defecto, si solicitará un fraccionamiento alternativo o un aplazamiento.
Un golpe a su futuro deportivo
La condena llega en un momento crítico para Hugo Mallo, que actualmente se encuentra sin equipo tras desvincularse del Aris Salónica el pasado verano. La falta de ofertas y la confirmación judicial del delito complican aún más su situación profesional, dejando en el aire la continuidad de su carrera en el fútbol.
Con la sentencia ya firme, el último trámite pendiente es que el exjugador efectúe los pagos establecidos por el Juzgado de lo Penal número 21, lo que marcará el cierre de una causa que ha tenido un impacto significativo en su imagen pública y en su trayectoria deportiva.
