España ya conoce el camino que deberá recorrer en la primera fase del Mundial 2026. La selección de Luis de la Fuente quedó ubicada en el Grupo H, una zona diversa en estilos, ritmos y trayectorias que promete un arranque exigente para la Roja. Junto a España estarán Uruguay, Arabia Saudita y Cabo Verde, combinados con perfiles muy distintos pero capaces de generar desafíos en cada jornada.
España, obligada a liderar un grupo variado

Como cabeza de serie, España parte con la responsabilidad de imponerse en un grupo donde no hay rivales sencillos: junto a España estarán Uruguay, Arabia Saudita y Cabo Verde, combinados con perfiles muy distintos pero capaces de generar desafíos en cada jornada.
La Roja llega a 2026 con un plantel renovado y asentado, que combina figuras consolidadas con la nueva camada surgida en los últimos años. Su mayor reto en esta fase será adaptarse rápidamente a la diversidad táctica de sus adversarios: desde la intensidad de Sudamérica hasta la disciplina defensiva de los asiáticos y el entusiasmo competitivo de los debutantes africanos.
El objetivo es, principalmente, avanzar como primera de grupo para evitar cruces complicados en los 16avos de final, dado el nuevo formato ampliado a 48 selecciones.
Uruguay, el rival más duro de la zona
La presencia de Uruguay convierte al Grupo H en uno de los más atractivos de la primera fase: la Celeste, histórica potencia sudamericana, combina liderazgo y una competitividad feroz que suele elevarse en los torneos grandes. Aunque transita un proceso de recambio generacional, mantiene un núcleo de futbolistas con experiencia internacional y un estilo de presión intensa que exigirá máxima precisión a España.
El antecedente reciente de Uruguay en mundiales y su fortaleza táctica lo posicionan como el principal contendiente por la clasificación directa.
Arabia Saudita, un equipo imprevisible capaz de sorprender
El tercer integrante del grupo es Arabia Saudita, selección que ya demostró en Qatar 2022 que puede incomodar a cualquiera tras su recordado triunfo ante la Argentina campeona. Su propuesta combina orden defensivo, velocidad por bandas y un físico competitivo que obliga a mantener la concentración los 90 minutos.
España deberá evitar relajarse ante un rival que suele potenciarse en escenarios de alta presión y que, en este tipo de torneos, apuesta por partidos de ritmo controlado donde un detalle puede definir el marcador.
Cabo Verde, la gran novedad del grupo H
El cuarto miembro del grupo es Cabo Verde, una selección en crecimiento que vivirá su primera experiencia mundialista: aunque no cuenta con grandes nombres, el ritmo físico que puede generar dificultades a equipos más técnicos. Para los caboverdianos, su presencia ya es un gran logro, pero la ambición de competir sin complejos lo convierte en un oponente que no debe ser subestimado.
España tendrá la responsabilidad de gestionar estos partidos sin margen para sorpresas, especialmente ante rivales menos habituales en la élite internacional.









