A menudo duermen a la intemperie, se mueven de un lugar a otro y no pisan un despacho público desde hace años. En la ciudad de Ibiza, más de un centenar de personas viven en situación de exclusión social severa y muchas de ellas no pueden recurrir por sus propios medios a los servicios sociales municipales. Para llegar a ese punto ciego del sistema, el Ayuntamiento de Ibiza ha presentado este viernes el Servicio de Primera Atención Comunitaria (SEPAC), un nuevo recurso diseñado para salir a su encuentro y acompañarlas en el proceso de regreso a la red asistencial.
La iniciativa impulsada por la concejalía de Bienestar Social se articula como un recurso de detección activa y vinculación proactiva, con intervenciones de alta intensidad y una duración aproximada de nueve meses. El servicio apunta a personas en exclusion social severa, como aquellas que sufren por ruptura de vínculos, problemas de salud mental, adicciones o patología dual, lo que dificulta cualquier contacto estable con los servicios sociales.
Llegar antes de que sea tarde
La concejala de Bienestar Social, Lola Penín, ha explicado que el SEPAC responde a la necesidad de llegar a quienes no llaman a la puerta. “Hay personas que no pueden o no se atreven a pedir ayuda, y no podemos permitir que queden fuera del sistema de protección social”, ha señalado durante la presentación del servicio a entidades del tercer sector. El objetivo, ha añadido, es intervenir allí donde la vulnerabilidad es más visible y más extrema, reforzando la cohesión social del municipio.
El proyecto se ha dado a conocer a representantes de Cáritas, Cruz Roja, Deixalles, Metges del Món y otras entidades que trabajan sobre el terreno y que forman parte de la red de atención a la exclusión social, con las que el Ayuntamiento prevé una coordinación constante para detectar casos y compartir seguimiento.
Un modelo intensivo, persona a persona
El SEPAC se articula en tres fases claramente diferenciadas. La primera se centra en la detección activa y la creación de vínculo, con salidas al territorio para localizar a personas en situación de calle o exclusión residencial que no mantienen contacto con los servicios sociales. A partir de ahí, se desarrolla una intervención de alta intensidad, con planes individualizados que abordan necesidades básicas, salud, documentación y habilidades sociales. La tercera fase consiste en la derivación y vinculación estable con las Unidades de Trabajo Social (UTS) y otros recursos comunitarios del municipio .
El director de Bienestar Social del Ayuntamiento de Ibiza, Iván Castro, ha subrayado que se trata de perfiles especialmente complejos, muchos de los cuales no estaban siendo atendidos o carecían de un referente claro en los servicios sociales. “Hablamos de personas en situación de calle con una vulnerabilidad extrema, completamente desconectadas del sistema”, ha indicado.
Sede en sa Miranda y nueve meses de acompañamiento
El equipo del SEPAC estará formado por una trabajadora social y una educadora social y tendrá su base en el Centro Sociocomunitario de sa Miranda, en el barrio de sa Penya. El servicio está previsto que comience a funcionar en febrero, una vez finalicen las obras de reforma del espacio. Cada intervención tendrá una duración aproximada de nueve meses, con un seguimiento intensivo y adaptado al ritmo de cada persona.
La jefa del Servicio de Bienestar Social del Ayuntamiento, Belén López-Higuera, ha explicado que uno de los primeros retos es reconstruir rutinas básicas. “Capacitar a una persona para volver a acudir a una cita o mantener una regularidad es un paso clave para cualquier proceso de inclusión”, ha señalado.
De cubrir lo básico a abrir nuevas oportunidades
El punto de partida del SEPAC es garantizar salud, higiene y alojamiento, considerados tres pilares esenciales para iniciar cualquier proceso de mejora. “Cuando una persona logra estabilizarse en estos tres niveles, su capacidad de avanzar y mejorar su situación aumenta de forma notable”, ha añadido López-Higuera.
El servicio toma como referencia experiencias previas del Ayuntamiento, como el programa ‘Dones que floreixen’, centrado en mujeres en situación de calle. Según los datos municipales, cerca del 90% de las participantes accedió a una solución habitacional tras finalizar el proyecto, un resultado que ha servido de base para ampliar este modelo de intervención a otros perfiles de exclusión .
Una puerta de entrada al sistema
Desde el Consistorio insisten en que el SEPAC no sustituye recursos existentes, sino que actúa como puerta de entrada y puente hacia los servicios comunitarios para personas que hasta ahora quedaban fuera del radar. El éxito del servicio, subrayan, dependerá en gran medida de la coordinación con las entidades sociales que ya trabajan en la calle.
Con esta iniciativa, el Ayuntamiento de Ibiza refuerza su apuesta por un modelo de intervención comunitaria, proactiva y centrada en la persona, con el objetivo de reducir la exclusión social y facilitar el acceso real a los servicios públicos de quienes viven en situaciones más extremas.












