Rafa Nadal ha vuelto a ser noticia, esta vez lejos de las canchas: el extenista compartió en redes sociales una imagen con su mano derecha escayolada y sostenida por un cabestrillo, y el propio mallorquín explicó que ha tenido que someterse a una intervención quirúrgica debido a una artrosis avanzada en la articulación trapecio-metacarpiana, un problema que arrastraba desde hacía años y que finalmente requirió cirugía.
Nadal comunicó la situación con naturalidad y un toque de humor, ironizando con su nueva etapa como retirado: “Me parece que no podré jugar el Open de Australia en enero”, bromeó, antes de tranquilizar a sus seguidores asegurando que la operación fue necesaria y que espera recuperarse pronto.
La operación en Barcelona y el diagnóstico
La intervención se realizó este jueves en la clínica Teknon de Barcelona, uno de los centros médicos de referencia en medicina deportiva. El procedimiento estuvo supervisado por Ángel Ruiz-Cotorro, médico de confianza de Nadal durante toda su carrera, y fue llevado a cabo por los doctores Vilaro y Álex Lluch.
Me parece que no podré jugar el @australianopen en enero 😂
He tenido que someterme a una intervención en la mano por un problema que venía arrastrando desde hace mucho tiempo, ¡pero espero estar bien pronto! 🤗
Looks like I won’t be able to play the @AustralianOpen 2026 😂
— Rafa Nadal (@RafaelNadal) December 12, 2025
La cirugía consistió en una artroplastia, una técnica destinada a aliviar el dolor crónico y mejorar la movilidad de la articulación afectada. El objetivo principal fue poner fin a las molestias persistentes que Nadal venía soportando desde hacía tiempo, incluso durante sus últimos años como profesional.
Una despedida reciente del tenis profesional
La operación llega tiempo después de su retirada oficial del tenis: Nadal cerró su carrera el 19 de noviembre de 2024, durante la Copa Davis disputada en Málaga. Y, aunque cayó ante el neerlandés Botic van de Zandschulp, el resultado deportivo quedó en un segundo plano frente al emotivo homenaje que recibió del público en el pabellón Martín Carpena.
A los 38 años, Nadal puso punto final a una trayectoria histórica, marcada por 22 títulos de Grand Slam y un total de 92 trofeos profesionales. Una carrera excepcional, sostenida durante dos décadas a pesar de un cuerpo castigado por lesiones constantes.
Un historial de lesiones que marcó su trayectoria
Desde muy joven, Nadal convivió con problemas físicos graves. En 2005 fue diagnosticado con el síndrome de Müller-Weiss en el pie izquierdo, una enfermedad degenerativa que le obligó a modificar su pisada y a competir con dolor durante años; aquella adaptación derivó, con el tiempo, en nuevas dolencias en otras partes del cuerpo.
Las rodillas comenzaron a darle problemas a partir de 2008, con tendinitis recurrentes, y en 2012 apareció el síndrome de Hoffa. La muñeca izquierda, la espalda, los abdominales y el psoas ilíaco también formaron parte de una larga lista de contratiempos físicos.
En 2016 tuvo que abandonar Roland Garros, aunque logró regresar para ganar el oro olímpico en dobles en Río. En 2021 y 2023 volvió a pasar por el quirófano, y una lesión en Australia terminó de precipitar la decisión de retirarse.
Una nueva etapa lejos de la competición
La reciente operación de la mano no está vinculada a un regreso deportivo, sino a mejorar su calidad de vida tras años de sobreesfuerzo. Nadal inicia ahora una etapa distinta, alejada de la exigencia del circuito, pero todavía marcada por las secuelas físicas de una carrera tan importante como exigente.










