Antonia San Juan encara las últimas semanas de su tratamiento oncológico con serenidad y determinación. La actriz ha explicado que su última sesión de quimioterapia está prevista para el próximo 30 de diciembre, una fecha que marca el cierre de un proceso médico que ha afrontado con naturalidad y sin dramatizar públicamente su situación.
Los días más difíciles tras la quimioterapia
A través de sus redes sociales, San Juan ha compartido cómo se encuentra en los días posteriores a cada sesión, que describe como los más complicados a nivel físico. El cansancio, el malestar general y las noches de sueño irregular forman parte de una fase que asume como pasajera: reconoce que no es una experiencia agradable, pero insiste en que los síntomas remiten con el paso de los días y que ya se siente en la recta final.
“Estoy enferma, pero no vivo de la enfermedad”

Pese al tratamiento, la actriz no ha frenado su actividad profesional ni su presencia pública. Recientemente acudió a la gala de los Premios Forqué, donde volvió a defender una idea que repite desde que hizo pública su enfermedad: no se considera una víctima.
Para San Juan, atravesar un problema de salud no implica convertirlo en el eje de su identidad ni reclamar compasión. La propia artista dijo que «cumple con el tratamiento y continúa con su vida, sin victimismo ni dramatización».
Antonia San Juan también ha reflexionado sobre la atención mediática que ha recibido y las opiniones que genera su forma de hablar de la enfermedad. Asegura que no le preocupa la división de opiniones y que, a sus 65 años, ha aprendido a relativizar el juicio ajeno; rechaza la idea de ser “valiente” por atravesar un cáncer y recuerda que nadie elige enfermar, pero cuando ocurre, solo queda afrontarlo.
Recuperación y recta final del proceso médico
Tras su paso por los Premios Forqué, la actriz volvió a dirigirse a sus seguidores para contar que se encontraba recuperándose de la última sesión de quimioterapia, recurriendo al descanso y a infusiones para aliviar el malestar. Con calma, recordó que la fecha del 30 de diciembre marca el final del tratamiento y que, una vez superada esta etapa, seguirá adelante con su vida con normalidad.
Más allá de su situación personal, San Juan aprovechó su intervención pública para poner el foco en una de sus preocupaciones constantes: la protección de la infancia. Durante la gala, habló sobre el acoso escolar y cómo la diferencia sigue siendo motivo de violencia en los centros educativos: subrayó la importancia de la educación y de fomentar la empatía para que niños y adolescentes aprendan a ponerse en el lugar del otro.











