El nombre de Cristina Sánchez Lora ya quedó grabado en la historia de Operación Triunfo. La sevillana se alzó como ganadora de la edición 2025 tras una trayectoria constante, marcada por el apoyo del público y una evolución artística que fue creciendo gala a gala.
Con apenas 19 años, se convirtió en una de las vencedoras más jóvenes del formato y en una de las apuestas con mayor proyección de los últimos años.
Una favorita temprana que nunca perdió el pulso del concurso
Desde su primera aparición en la Gala 0, Cristina dejó claro que no era una concursante más. Su interpretación inicial impactó tanto al jurado como a la audiencia y la colocó rápidamente entre las favoritas. A lo largo del programa supo alternar registros modernos con piezas más clásicas, defendiendo canciones exigentes con personalidad y solvencia.
Esa versatilidad, sumada a una conexión genuina con el público, la llevó a liderar las votaciones en varias ocasiones y a imponerse en la final con un respaldo contundente.
Mucho antes de pisar la Academia, Cristina ya formaba parte del universo OT como espectadora: vivió intensamente la edición de 2017 junto a su familia y siguió de cerca la evolución de artistas que hoy son referentes del pop español. Aquella experiencia como fan sembró una idea que fue madurando con los años: intentarlo ella misma y, presentarse a los castings fue el primer paso para transformar esa admiración en una oportunidad real.
Una pasión por la música que nació en la infancia
Criada en Mairena del Aljarafe, Cristina creció rodeada de música. En su entorno familiar siempre se ha contado que empezó a cantar incluso antes de hablar, una anécdota que resume hasta qué punto el arte formó parte de su vida desde muy temprano.
Aunque decidió estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad de Sevilla, nunca dejó de lado su vocación artística ni su formación musical paralela.
La experiencia ante las cámaras tampoco era nueva para ella: con tan solo ocho años apareció por primera vez en televisión en Menuda noche, el popular programa de Canal Sur. A partir de ahí, participó en otros espacios del canal autonómico como Mi familia es la mejor, Aquí como en casa o Tierra de talento.
Más adelante, amplió su recorrido con una participación en Idol Kids, donde empezó a conocerse su nombre a nivel nacional.
El teatro musical como escuela artística
Antes de OT, Cristina también se formó sobre las tablas: durante su adolescencia se incorporó a una compañía sevillana de teatro musical con la que recorrió distintos escenarios interpretando espectáculos inspirados en títulos como La sirenita, Coco o Encanto.
Esa etapa le permitió ganar soltura escénica, disciplina y una relación muy directa con el público, algo que luego se reflejó con claridad en cada actuación dentro del concurso.
Eurovisión, uno de los sueños más importantes
Dentro de la Academia, Cristina nunca ocultó su entusiasmo por el Festival de Eurovisión, se declara eurofan del certamen y sitúa la posibilidad de representar a España como uno de sus grandes objetivos a medio plazo. Aunque es consciente del contexto político y de las decisiones que rodean al certamen, mantiene intacta la ilusión por llevar su música más allá de nuestro país.
La victoria en Operación Triunfo 2025 marca un antes y un después en su carrera, aunque no la define por completada. El verdadero reto comienza ahora, fuera de la Academia, donde deberá convertir ese impulso en una trayectoria sostenida en el tiempo.
