Más de 9,4 millones de jubilados verán revalorizadas sus pensiones en 2026 gracias a la actualización aprobada por el Gobierno. El ajuste no es una decisión discrecional, sino que obedece a lo establecido por la Ley 21/2021, de garantía del poder adquisitivo de las pensiones, y se aplicará a partir del 1 de enero de 2026. Esta revalorización busca compensar el aumento de los precios y mantener el poder adquisitivo de las pensiones contributivas tras la evolución del Índice de Precios de Consumo (IPC) entre diciembre de 2024 y noviembre de 2025.
Un aumento del 2,7% conforme al IPC
Según el último dato aportado por el Gobierno, las pensiones contributivas se revalorizarán un 2,7% con carácter general. Esta cifra se ha calculado de acuerdo con los datos definitivos del IPC correspondientes al mes de noviembre, tal y como exige la normativa vigente.
La Ley 21/2021 materializa un pacto social y político amplio que vino a dar cumplimiento a la segunda Recomendación del Pacto de Toledo, que abogaba por el “mantenimiento del poder adquisitivo y mejora de las pensiones”. Esta legislación estableció que la revalorización debe ajustarse al IPC medio interanual entre diciembre del año anterior y noviembre del año en curso.
Este mecanismo de actualización automática ha sido clave para asegurar que los ingresos de los pensionistas no se vean erosionados por la inflación, algo especialmente relevante en periodos de subida generalizada de precios.
¿Cuánto supone esa revalorización?
La subida del 2,7% tendrá efectos concretos y palpables en el bolsillo de los pensionistas. Para una pensión media de jubilación, el incremento anual supone aproximadamente 570 euros adicionales al año. En términos mensuales, un pensionista que percibe la pensión media de jubilación en 2025 (1.511,51 euros al mes) pasará a recibir 1.552,32 euros mensuales en 2026, lo que se traduce en 571,35 euros más a lo largo del año.
Más allá de las pensiones de jubilación, este incremento también beneficiará a las 734.900 pensiones del Régimen de Clases Pasivas del Estado, que se revalorizarán conforme al mismo índice.
Además, las pensiones medias del sistema (que incluyen otros tipos de prestaciones además de jubilación) aumentarán en torno a 500 euros anuales, lo que refleja un impacto positivo más allá de un grupo concreto de beneficiarios.
¿Quiénes se benefician de la subida?
La revalorización se aplicará a las 10,4 millones de pensiones contributivas del sistema de la Seguridad Social. Esto incluye prestaciones por jubilación, pero también otras pensiones contributivas como las de incapacidad permanente, viudedad, orfandad o en favor de familiares, siempre que estén sujetas al sistema general.
Más de 9,4 millones de personas que reciben estas pensiones verán directamente cómo aumentan sus ingresos a partir del 1 de enero de 2026. Al tratarse de una medida basada en la evolución del IPC, la ley busca evitar que la inflación erosione el poder adquisitivo de quienes dependen de estas prestaciones para su día a día.
¿Por qué se calcula así la revalorización?
La fórmula utilizada para calcular esta revalorización es la establecida por la Ley 21/2021, que además de fijar la garantía del poder adquisitivo, contempla otras medidas de refuerzo de la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Esta ley fue el resultado de un acuerdo entre el Gobierno y los interlocutores sociales para asegurar que las pensiones no pierdan valor con el tiempo, especialmente en contextos económicos en los que la inflación es significativa.
En concreto, la revalorización se basa en el IPC medio interanual entre diciembre y noviembre de cada ejercicio. De esta forma, se busca reflejar de manera fiel el incremento general de precios que experimenta la sociedad en su conjunto.
Este mecanismo prevé que, si los precios suben, las pensiones se ajusten en la misma proporción, evitando así pérdidas de poder adquisitivo para los pensionistas. La previsión de un aumento del 2,7% para 2026 responde precisamente a esa variación del IPC medida entre diciembre de 2024 y noviembre de 2025.
¿Cuándo se cobrará la subida?
Aunque la revalorización se aplica a partir del 1 de enero de 2026, los pensionistas empezarán a percibir el incremento en las pensiones mensuales cobradas a partir de esa fecha. Esto significa que, desde la primera nómina de 2026, los jubilados y perceptores de otras pensiones contributivas verán reflejado el aumento del 2,7% en sus cuentas.
Para quienes reciben sus pagos puntualmente a principios de cada mes, será en enero de 2026 cuando se note por primera vez el efecto de la subida aprobada.
Impacto positivo para millones de personas
La revalorización de las pensiones es una noticia relevante para millones de pensionistas que dependen de estas prestaciones como su principal fuente de ingresos. Con un aumento que ronda los cientos de euros al año para la pensión media, se busca no solo proteger el poder adquisitivo de los jubilados, sino también garantizar que el sistema de pensiones se mantenga digno y sostenible.
La aplicación del 2,7% pactado para 2026 ofrece un alivio en un contexto económico que ha visto variaciones importantes de precios en los últimos años. Para muchos pensionistas, especialmente aquellos con prestaciones cercanas a la media, este ajuste hará que su presupuesto mensual sea algo más holgado y que sus ingresos sigan el ritmo de la inflación general.
