¿Quién no ha sufrido acné alguna vez en su vida o varias veces en diferentes etapas? La Academia Española de Dermatología y Venereología dice que «es sin duda el proceso dermatológico más frecuente, ya que todos, en mayor o en menor grado, lo hemos padecido».
Para tratar casos serios, es necesario acudir a consulta con profesionales médicos que indicarán una rutina skincare de limpieza, hidratación y protección con productos dermocosméticos adecuados; o bien, decidirán si el caso debe tratarse con drogas específicas, antibióticos, probióticos o de qué manera.
Sea el que sea tu caso, el Instituto Regenera, especialista en Psiconeuroinmunología Clínica, recomienda algunas acciones diarias que ayudarán a la salud de tu piel sin intervenir con ningún tratamiento indicado por tu dermatólogo:
- Evita la carga glucémica excesiva (especialmente el azúcar añadido a alimentos).
- Disminuye el consumo de lácteos.
- Toma sol (de manera consciente: a horarios adecuados y con protección solar oil free).
- Asegúrate de tener niveles adecuados de vitamina A.
- Disfruta tu piel, muévete, suda y déjala respirar.
Además, los siguientes alimentos también fortalecen tu piel, entre otros:
- Brócoli y vegetales crucíferos.
- Alimentos ricos en vitamina D.
- Cúrcuma (disminuye la inflamación).
- Alimentos con probióticos, como el sauerkraut de origen alemán.
¿Qué es el acné?
Según la Academia Española de Dermatología y Venereología, el acné es «un proceso inflamatorio que afecta a la unidad pilosebácea (pelo y glándulas sebáceas)».
Usualmente, se localiza en cara, pecho y espalda.
Normalmente surge en la etapa juvenil, de ahí su nombre de acné juvenil, pero puede aparecer en otras etapas de la vida como recién nacidos y adultos.