DROGAS

Bandas internacionales de narcotraficantes utilizan submarinos para introducir toneladas de cocaína en Ibiza

Así lo asegura un alto mando de la Guardia Civil en la serie documental 'Ibiza Narcos', que se estrena el 7 de julio en Sky y que muestra la evolución del mundo del narcotráfico desde 1970
Fragmento de Ibiza Narcos
Fragmento de Ibiza Narcos

Un documental sobre drogas en Ibiza refleja cómo con el correr del tiempo los estupefacientes, las mafias y la lujuria invadieron uno de los paraísos más elegidos por los británicos, quienes todavía consideran a la isla como una gran fiesta. Sin embargo, por detrás de la diversión hay bandas internacionales que manejan un negocio millonario e ilegal: la venta de cocaína.

El documental de Sky, titulado Ibiza Narcos, relata como desde 1970 en adelante ha evolucionado Ibiza en el fácil acceso a las drogas y la disputa internacional entre bandas narcotraficantes. La policía trabaja en el control de este fenómeno, pero estiman que solo alcanzan a incautar el 30% de todas las sustancias ilegales que se comercializan, mientas que el 70% llega a ser consumida con total libertad.

Según el documental, los contrabandistas transportan la droga en submarinos, en lanchas rápidas, impregnando mantas con pasta de cocaína o ahuecando frutas, todas estrategias que comenzaron a utilizarse en 1980, justo después de la oleada hippie, cuando la fiesta comenzó a ser una de las atracciones del lugar.

El tiempo pasó, las estrategias se «profesionalizaron» y cada vez es más difícil detectar por donde ingresan las drogas a Ibiza. Sin ir más lejos, en octubre pasado detuvieron un cargamento de cocaína, cannabis y hachís listo para comercializarse que ingresó a la península sin inconvenientes.

Danny «el drogadicto del verano»

En el documental que comparte The Sun entrevistan a Danny Gould, un legendario DJ que llegó a Ibiza en 1989 y en 1999 fue nombrado «el drogadicto del verano».

«Yo era famoso por la locura que había en ese momento. Mis amigos me llamaban y me decían: ‘Esto se está saliendo un poco de control’. Y yo les respondía: ‘No, esto es perfecto’. Había tenido millones de malas experiencias, paranoia, psicosis, peleas con personas imaginarias, accidentes automovilísticos, casi muero», recuerda.

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«Me corté los brazos con las ventanas y las botellas y cosas así, muy locas y raras», admite Danny, quien en agosto de 2003 su vida cambió y se alejó de las drogas, pero no de Ibiza. Después de tomar un cóctel de drogas, Danny se despertó sintiéndose tan mal que pensó lo peor para él y decidió cambiar su vida.

«Para mí, un alcohólico drogadicto practicante, era básicamente el nirvana. Podía beber lo que quisiera. Podía tomar lo que quisiera», recuerda el DJ que llegó a Ibiza a los 17 años y hoy sigue trabajando de eso en el mismo lugar, pero sin excesos. «Esa isla que pensé que era el paraíso ahora es el paraíso porque la veo como realmente es».

Los dueños del crimen

Mientras Danny pasaba sus noches como DJ en Ibiza, las bandas narcotraficantes hacían sus negocios utilizando todo tipo de estrategias cada vez más violentas. Jon Imanol Sapieha Candela, de 60 años, conocido como El Sapo, fue uno de los traficantes clave durante 30 años.

Fue acusado de tráfico de drogas, secuestro y mutilación de miembros, pero solo cumplió cuatro años de prisión. Trabajó con Los Miami, el cartel de cocaína más grande de la isla en la década de 1990, y su poder era proporcional a las ventas que realizaban.

El cártel movía drogas por valor de 50 millones de libras al año y él admite haber robado cocaína de otras organizaciones criminales. El Sapo conocía al capo de la cocaína colombiana Pablo Escobar y ayudó a su cartel a llevar las drogas a la isla en lanchas rápidas.

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Cuando las autoridades le confiscaron uno de sus cargamentos, hizo un agujero en la pared de la comisaría y lo robó. Al igual que él, otras bandas han hecho lo propio. Marvin Herbert, que era un matón de una de esas bandas de expatriados, confiesa haber usado una violencia «bárbara» para lograr su cometido.

«Nunca iba a ningún lado sin pistolas y cuchillos. Mi propia gente me disparó. Querían quitarme de en medio. La bala se detuvo a mitad de camino de mi ojo. No saben qué la detuvo», detalla para exponer cómo las mafias hasta atacan a su propio grupo.

Según recoge The Sun, el ex comandante de la Guardia Civil Bartolomé del Amor fue el encargado de intentar detener la marea de drogas en la isla, aunque sin mucho éxito. «Las mantas están impregnadas de pasta de cocaína, los plátanos están huecos, están llenos de cocaína. Han utilizado submarinos para introducir cocaína«, asegura el alto mando.

Bartolomé del Amore, ex comandante de la Guardia Civíl de Ibiza. Foto de SKY

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