Este jueves 26 de septiembre se inaugurará a las 20:00 horas en Sa Nostra Sala la exposición El legado de Josep Maria Subirà. Fotografías de Josep Maria Subirà, en la que las hijas del fotógrafo, Carmen y Marta Subirà compartirán un pequeño legado de las fotografías de su padre que plasman cómo eran los ibicencos allá por los años cincuenta, y también fotografías de los paisajes de Ibiza desde su particular mirada.
La consellera de Cultura, Educación y Patrimonio, Sara Ramon, ha explicado: «Hace 10 años que Josep Maria Subirà nos dejó y queríamos hacerle un homenaje póstumo por su contribución al patrimonio documental gráfico de nuestra isla».
Subirà nació en 1930 en Barcelona y su pasión fue siempre la fotografía: «Lo caracterizaba porque cuando él llegó a Ibiza, en 1955, tenía ya una particular manera de capturar a la gente y a los artistas. Ha dejado un legado documental de los artistas de esa época”.
También ha remarcado que Josep Maria Subirà era una persona muy generosa: “Siempre regalaba las fotografías para folletos, y promovía exposiciones propias y de otros artistas, además cedió muchas imágenes suyas de Sant Antonio al Ayuntamiento de Ibiza, y aunque no dejó ningún papel que dijera que pasaban a formar parte del archivo del Ayuntamiento, sus dos hijas aquí presentes también han heredado esta generosidad”.
Por su parte, las hijas de Subirà, Marta y Carmen, visiblemente emocionadas, han agradecido al Consell poder enseñar en esta muestra «el gran trabajo que dejó nuestro padre». En esta línea, Marta Subirà ha detallado que en esta exposición encontraremos “rincones especiales de la isla desde la mirada de nuestro padre y retratos en los que su objetivo fue no reflejar a la persona, sino recoger en una fotografía lo que esa persona representaba; y lo mismo con los paisajes, no sólo capturaba el espacio, sino lo que es la idea de la isla”.
Marta también ha mencionado que otra de las pasiones de su padre eran las fotografías aéreas, “le gustaba capturar en imágenes a la isla desde puntos imposibles. Para él Ibiza era un auténtico paraíso que amaba fotografiar”.