El regreso de Oasis está en marcha después de 15 años, pero la relación entre los hermanos Gallagher sigue siendo distante. Aunque Liam y Noel han dejado atrás años de tensiones para concretar una gira de regreso valorada en 400 millones de libras, su vínculo personal no parece haber mejorado lo suficiente. Y esas diferencias han quedado reflejadas en Ibiza.
La semana pasada, Liam Gallagher reunió a 20 de sus familiares y amigos más cercanos en una lujosa villa en Ibiza para celebrar lo que podría ser el fin de su carrera como solista. Sin embargo, Noel, su hermano mayor y compañero en la histórica banda británica, no fue invitado a la exclusiva fiesta.

Tras un concierto en Malta, Liam y su prometida y manager, Debbie Gwyther, tomaron un jet privado rumbo a la isla, donde organizaron la reunión en la villa Fincadelica Xarraca.
Según ha detallado el diario británico Dailymail, entre los asistentes se encontraban la hermana de Debbie, Katie, junto a su familia, así como los tres hijos de Liam: Lennon (25), fruto de su relación con Patsy Kensit; Gene (23), hijo de Nicole Appleton; y Molly (26), hija de Lisa Moorish.
Fuentes cercanas a la fiesta aseguran que el evento fue un espacio de relajación para Liam y su círculo más cercano, quienes lo han acompañado durante la preparación de la gira de reencuentro de Oasis. «Fue una reunión de amigos que han estado con Liam en las buenas y en las malas. Fue un tiempo para desconectar y recargar energías después del concierto en Malta. Noel, definitivamente, no estuvo presente», reveló una fuente al sitio inglés.

La villa
El lugar elegido por Liam Gallagher se trata de la villa Fincadelica Xarraca, que ofrece todas las comodidades posibles: un equipo completo de personal, que incluía una pareja de servicio permanente y dos empleados adicionales, una discoteca insonorizada, una sala de cine con capacidad para 80 personas, un sistema de sonido de última generación, un bar de mármol de 15 pies y una piscina de 80 pies de largo.

Hace pocos meses, en la villa Fincadelica pero de San Lorenzo, se montó una fiesta ilegal de lujo a 275 euros la entrada, organizada por un grupo que se hace llamar House of 10 (la casa del 10).