El sector de alquiler de vehículos en Ibiza ha reportado una caída en su facturación de entre el 10 y 15% en comparación con años anteriores, según han confirmado las empresas del rubro.
A pesar de estos números, los negocios se muestran satisfechos con el rendimiento de la temporada turística, destacando un cambio en los picos de demanda y el perfil de los turistas.
Este año, las ganancias no se concentraron tanto en los meses tradicionales de julio y agosto, sino en abril, mayo y septiembre, marcando un cambio significativo en los hábitos de los visitantes. Además, la demanda se ha extendido hasta octubre, lo que ha ayudado a mitigar la caída de ingresos registrada en verano.
Otro aspecto relevante es la evolución del perfil del cliente, quien tiende ahora a permanecer menos días en la isla. Esto se ha traducido en más contratos de alquiler por periodos más cortos, afectando el modelo tradicional de negocio de las empresas del sector.
Limitación del parque vehicular: una posible solución
Desde el sector, los empresarios se han mostrado a favor de la propuesta del Consell de Ibiza de limitar el número de vehículos de alquiler en la isla, similar al modelo aplicado en Formentera.
Señalan que estas medidas no solo ayudarían a controlar la saturación del tráfico, sino que también podrían dar prioridad a las empresas locales.
El sector del alquiler de coches, según IB3 defiende que no es el principal causante de la congestión en las carreteras, asegurando que sus vehículos representan únicamente el 15% del total que circula por la isla.
Un verano positivo, pero sin cifras récord
Aunque las empresas de alquiler reconocen que la temporada ha sido buena, reconocen que los resultados no han alcanzado las cifras excepcionales registradas en los años posteriores a la pandemia.
Sin embargo, destacan que la ampliación de la temporada turística y los cambios en el comportamiento del turista abren nuevas oportunidades para el sector en los meses no tradicionales.