Las reservas hídricas en las Islas Baleares han mostrado un aumento significativo durante el mes de noviembre, alcanzando un promedio del 54%, según los datos publicados por la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua.
Sin embargo, Ibiza y Formentera continúan rezagadas, con Ibiza registrando un incremento del 32% al 37%, el porcentaje más bajo del archipiélago.
Formentera también ha experimentado una ligera mejoría, aunque ambas islas se mantienen como las zonas más vulnerables, reflejando la dificultad de las precipitaciones para cubrir las necesidades hídricas en esta región.
Prealerta para Ibiza y Formentera
A pesar de la recuperación en las reservas, Ibiza y Formentera siguen bajo prealerta, al igual que gran parte del territorio balear, que reporta un 68,9 % en esta situación.
Según la Conselleria, no se han producido cambios significativos en los escenarios de gestión hídrica, y Formentera permanece en alerta debido a su limitada capacidad de almacenamiento y condiciones meteorológicas adversas.
Condiciones meteorológicas y precipitación anual
Noviembre fue un mes de precipitaciones normales en Baleares, con una media de 83,7 l/m², ligeramente por debajo de los valores históricos. En el caso de Ibiza, las lluvias acumuladas alcanzaron los 77,9 l/m², superando su media habitual de 67,2 l/m², mientras que en Formentera se registraron 43,6 l/m², por debajo de la media histórica de 53,1 l/m².
En cuanto a la precipitación acumulada anual, las Pitiusas se encuentran en un 80% respecto a su media histórica, destacándose como la región más vulnerable de Baleares en términos de disponibilidad hídrica.
Un noviembre cálido y anómalo
Además, noviembre ha sido excepcionalmente cálido en el archipiélago, con una temperatura media de 16,7 ºC, lo que supone una anomalía de +2,3 ºC respecto a los valores habituales.
Estas condiciones anómalas, con temperaturas superiores a las esperadas, han contribuido a la tensión en la gestión de los recursos hídricos, particularmente en las zonas más afectadas como las Pitiusas.