Este miércoles, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares celebra la vista previa del juicio contra una mujer acusada de quedarse con más de 300.000 euros de la compraventa de un piso en Ibiza que jamás llegó a construirse.
La Fiscalía solicita para la acusada una condena de cuatro años de prisión, así como el pago de una indemnización de 317.000 euros, que debería asumir junto a la sociedad que representaba.
Una promoción que nunca despegó
El caso se remonta a octubre de 2017, cuando la acusada, en su calidad de apoderada de una sociedad promotora, firmó un contrato con la víctima para la adquisición de un piso en un proyecto inmobiliario que debía levantarse en un solar de Ibiza.
Como parte del acuerdo, la compradora transfirió inicialmente 11.000 euros en concepto de reserva, seguidos de 306.000 euros para completar la operación.
Sin embargo, según el relato de la Fiscalía, en lugar de destinar el dinero al desarrollo del proyecto, la acusada habría transferido los fondos a una cuenta personal, apropiándose de ellos y dejando la obra completamente inactiva.
La defensa del patrimonio inmobiliario
El fiscal sostiene que la acusada incorporó el dinero a su patrimonio personal, incumpliendo el compromiso contractual y causando un grave perjuicio económico a la compradora.
Este caso, que apunta a prácticas fraudulentas dentro del sector inmobiliario, pone de relieve la vulnerabilidad de los compradores en una isla como Ibiza, donde el mercado de la vivienda está marcado por la alta demanda y los precios desorbitados.