JUICIO CONTRA EL EXPRESIDENTE DE LA RFEF

Desde el vestuario hasta el viaje a Ibiza: las «intensas coacciones» que Jenny Hermoso recibió tras el beso de Rubiales

La futbolista ha enumerado las situaciones en las cuales se la presionó para que minimizara públicamente el beso no consentido que le propinó el dirigente.
Screenshot 1
Jenny Hermoso.

Jenny Hermoso enfatizó haber sufrido “intensas coacciones por parte de varios exmiembros de la Real Federación Española de Fútbol” para que grabara un video en el cual minimizara el beso no consentido que le dio, durante la celebración del Campeonato Mundial de Fútbol Femenino de Australia 2023, Luis Rubiales. Parte de esa calvario fue el viaje que las campeonas hicieron a Ibiza tras la conquista en Sídney, según aseguró en durante la primera jornada del juicio en el cual se acusa al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol.

Consultada sobre cuántas veces le pidieron expresarse públicamente para normalizar lo que ocurrió en aquella ceremonia de premiación, dijo que fueron “incontables veces”. Entre ellas enumeró lo que ocurrió en el vestuario, en el autobús que las llevaba al aeropuerto, en el regreso a España y en un viaje que hizo luego la delegación a Ibiza.

“Fueron bastante insistentes, la situación era agobiante. Realmente no pude disfrutar lo que es ser campeona del mundo y nada más”, describió Hermoso en relación a Rubiales y a otros acusados que integraban la RFEF, como el exentrenador de la selección española femenina, Jorge Vilda, el exresponsable de mercadeo de la RFEF, Rubén Rivera, y el exdirector deportivo de la selección española masculina, Albert Luque.

Los cuatro acusados de coacción se declaran inocentes. En el caso de Rubiales, la Fiscalía pide dos años y medio de cárcel, por delitos de agresión sexual y coacciones. El resto de los acusados enfrentan penas de un año.

Contenido relacionado  Dolor en el fútbol balear: muere Evaristo Carrió a los 88 años

Acerca del momento del beso, la futbolista ha reafirmado que no fue consentido. Y describió que Rubiales le agarró la cabeza con fuerza. “Con una efusividad de yo no poder reaccionar en ningún momento. Sabía que me estaba besando mi jefe y eso no debe ocurrir en ningún ámbito”, ha dicho. “Se me faltó al respeto”.

Sobre las primeras presiones recibida, Hermoso dijo en la audiencia: «Estaba en el vestuario y me dijeron que necesitaba que saliese, que se estaba hablando mucho del beso. Yo les dije: ‘Sé cómo ha sido y no ha estado bien». Intentó desviar un poco el tema y nos dijo que teníamos un viaje pagado a Ibiza todas las que quisiéramos. Él me cogía, me agarraba del hombro porque yo estaba a su lado. Ahí me empecé a sentir incómoda y vi que algo más grave estaba pasando. Que lo que había sucedido no era normal y no lo fue en ningún momento».

El viaje a Ibiza

En ese mismo vestuario, Rubiales dijo que había disponible un viaje a Ibiza para las jugadoras, para celebrar el título mundial. Y en la isla pitiusa, tanto Rubiales como otros integrantes de la federación insistieron a Hermoso para que grabara el video que le bajara la temperatura a lo que por entonces era un escándalo.

«En Ibiza hubo muchas coacciones, incluso con familiares y amigos», contó la jugadora en una entrevista con ‘Planeta Calleja’, en la que dio más detalles: «Según llego a Ibiza, con Rubén, director de Marketing de la Federación, me pasa su teléfono y Miguel García, que era el de Integridad de la federación, me comenta que tengo que hacer un Zoom inmediatamente para decir la verdad, lo que ha pasado, que el beso ha sido una tontería y que ya está. Le pregunto si estoy obligada, y me dice que ‘sí, lo hemos hecho y lo haremos con otras personas. Esto va en el protocolo de la Federación. Es un momento’. Le digo que no sé de qué me está hablando y que tengo que hablar con mis agentes para ver como tengo que proceder”.

Contenido relacionado  La Fundación Abel Matutes renueva su compromiso con el fútbol ibicenco

“Le dije que le pasaba el contacto de mi agencia pero que no tengo batería. Rubén seguía a mi lado, le digo que ya está, que ya se lo mandaré y Rubén coge el teléfono y me dice que me lo carga. A los 5 minutos vuelve y me dice si me da ya el teléfono. Le digo que me deje tranquila, acababa de llegar a Ibiza, con dos días sin dormir. Le dijo que deje el teléfono», agregó Hermoso.

Rubiales, por su parte, no cruzó miradas con Hermoso durante la audiencia. Y el 12 de febrero le tocará prestar declaración.

Scroll al inicio
logo bandas