Las serpientes en Ibiza están en constante movimiento. Esto obliga a los técnicos del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Islas Baleares (COFIB) a adaptar cada año su estrategia de trampeo. Algo que queda en evidencia cuando se observa la distribución de las más de 3.000 capturas del 2024. De hecho, este mapa confirma un punto de inflexión, un cambio de tendencia en la migración de los ofidios dentro de la isla.
El año pasado, según informó recientemente la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural del Govern Balear, en Ibiza se instalaron 1.564 trampas, con las cuales se capturaron 3.072 serpientes, principalmente de herradura. Estas serpientes representan una amenaza para la lagartija de Ibiza y Formentera.
Pero además de la cantidad, un dato relevante de las capturas es la distribución de los ejemplares, ya que rompe una tendencia histórica. Los primeros indicios de la presencia de serpientes en la isla datan de 2003-2004, pero no fue hasta 2016 cuando se inició un trampeo sistemático. Las primeras capturas revelaron que los puntos críticos estaban en el noreste, sobre todo en Santa Eulària y Sant Joan.
Sin embargo, la distribución ha cambiado en los últimos años. Los datos confirman que la invasión se ha desplazado hacia el suroeste, mientras que disminuye en el norte de la isla. Ahora, el gran foco de atención está en Sant Antoni, que al igual que el año pasado vuelve a ser el municipio con más capturas. A su vez, también se nota un crecimiento en la tasa de capturas por trampa en Sant Josep.
«Las grandes poblaciones de serpientes se mueven cuando los recursos alimenticios, como micromamíferos, se agotan en una zona. Buscan nuevos territorios donde reproducirse», explica Miquel Puig, del COFIB.
Mapa de capturas: ¿dónde hay más serpientes?
Según los proporcionados a La Voz de Ibiza por el COFIB, el municipio con más capturas de serpientes en el 2024 ha sido Sant Antoni de Portmany, con 1.768 ejemplares atrapados en 584 trampas. Le siguen Santa Eulària des Riu (748 capturas en 582 trampas) y Sant Josep de sa Talaia (292 capturas en 208 trampas).
En Sant Joan de Labritja, donde comenzó la invasión, las cifras han bajado a 201 capturas en 133 trampas, mientras que en la ciudad de Ibiza los números son mucho menores, con 63 capturas en 57 trampas.
El reto del trampeo: un mapa en constante cambio
El seguimiento de la plaga exige un gran esfuerzo logístico. «Cada año debemos reubicar miles de trampas en función de los movimientos de la especie», señala Puig. «Nos interesa saber hacia dónde se dirigen, pero también garantizar que cada trampa sea efectiva y capture la mayor cantidad posible de serpientes».
No obstante, no se pueden abandonar las zonas donde las capturas han disminuido. «Aunque los números sean bajos, hay que asegurarse de que la población siga reduciéndose», añade el experto.
Los técnicos también han identificado la presencia de serpientes en islotes cercanos a Ibiza, confirmando que estos ejemplares provienen de la isla grande, ya que la especie no puede nadar largas distancias.
Con una plaga en constante movimiento, la estrategia de control deberá seguir adaptándose a la migración, reforzando la detección temprana y la colaboración ciudadana para evitar que la invasión se extienda por toda la isla.
En esa línea, aún se encuentran en proceso de distribuir las nuevas trampas en las distintas zonas de la isla. Para este año, la Conselleria ha informado que se distribuirán a los municipios unas 500 trampas nuevas. Esto se enmarca en un plan que durará hasta 2028 y en el cual se destinarán casi dos millones de euros de los fondos del Impuesto del Turismo Sostenible (ITS) a controlar las especies invasoras.
Ciudadanos, aliados clave en la detección
Por otra parte, Puig señala que la implicación de la población es fundamental para frenar el avance de las serpientes en Ibiza. «Nuestros técnicos recorren la isla de arriba a abajo, pero dependemos de los ciudadanos para identificar nuevos focos».
Los avistamientos y avisos permiten adelantar la instalación de trampas en zonas donde la plaga está en expansión, lo que supone una ventaja clave para el control de la especie, dice el experto
Formentera: un problema más contenido
Mientras en Ibiza la lucha contra la invasión sigue siendo un reto, en Formentera la situación es más estable. Aunque la serpiente de herradura (H. hippocrepis) ha sido detectada, representa solo el 0,1 % de las capturas. La serpiente blanca o de escalera (Z. scalaris) es la predominante, pero su expansión se ha logrado contener con éxito.
En la menor de las pitiusas se han capturado el año pasado un total de 806 serpientes en 364 trampas.