Las marinas deportivas se han convertido en un objetivo estratégico para los grandes fondos internacionales, que ven en este sector una oportunidad de inversión con altos márgenes de rentabilidad. La última gran operación ha sido protagonizada por Blackstone Infrastructure, la división de infraestructuras del gigante financiero estadounidense, que ha adquirido Safe Harbor Marinas, la mayor red de clubes náuticos de Estados Unidos, por 5.650 millones de dólares (5.394 millones de euros).
El acuerdo, anunciado este lunes, supone la entrada de Blackstone en un mercado que se ha vuelto cada vez más atractivo, impulsado por el auge del turismo náutico, el incremento del número de embarcaciones recreativas y la expansión de las ciudades costeras.
Un sector en crecimiento y con alta rentabilidad
Los puertos deportivos han pasado de ser meros espacios de amarre a convertirse en centros de ocio y lujo, con una oferta de restaurantes, hoteles boutique y servicios premium que los convierten en activos muy rentables.
Safe Harbor Marinas, la compañía adquirida por Blackstone, gestiona 138 puertos deportivos en Estados Unidos y Puerto Rico, y se ha consolidado como la mayor red del país en este sector.
Blackstone Infrastructure, por su parte, administra activos por más de 55.000 millones de dólares, y busca ampliar su presencia en infraestructuras relacionadas con el ocio y el turismo.
Según Heidi Boyd, directora gerente sénior de Blackstone Infrastructure, la inversión responde a tendencias de crecimiento a largo plazo, como el auge de los viajes de lujo y el desarrollo de zonas costeras.
Inversión en puertos deportivos: una tendencia global
El movimiento de Blackstone no es un caso aislado. En los últimos años, los grandes fondos de inversión han visto en los puertos deportivos un activo estratégico, siguiendo la estela de otras operaciones similares en Europa y América.
Así, Brookfield Asset Management, otro de los grandes jugadores del sector financiero, ha realizado adquisiciones en marinas de lujo en el Mediterráneo.
En España e Italia, el interés por la gestión de puertos deportivos y marinas premium ha crecido, con empresas como IGY Marinas, accionista de la empresa concesionaria del muelle para grandes esloras del puerto de Ibiza, y D-Marin expandiendo su presencia en enclaves estratégicos.
La consolidación del turismo náutico de alto poder adquisitivo ha impulsado proyectos en Croacia, Grecia y el Caribe, donde las marinas han evolucionado para ofrecer servicios de ultra lujo y exclusividad.
Un futuro de expansión y consolidación
La compra de Safe Harbor Marinas marca un nuevo capítulo en la inversión en infraestructuras náuticas. Los fondos internacionales están redefiniendo el sector, apostando por la digitalización, la sostenibilidad y la creación de complejos de alto nivel que van más allá del simple amarre de embarcaciones.
Con un crecimiento sostenido del turismo náutico, el aumento del número de embarcaciones recreativas y la expansión de los servicios de lujo en puertos deportivos, todo apunta a que el interés de los grandes fondos de inversión por este sector seguirá en ascenso en los próximos años.