España transita una Semana Santa de récords. Según las previsiones de Turespaña, este 2025 el país recibirá más de 15 millones de turistas internacionales entre marzo y abril, un 9% más que en 2024. El gasto turístico superará los 20.000 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 13% respecto al mismo periodo del año pasado. Además, los asientos programados en vuelos internacionales también se han incrementado casi un 10%, reforzando la conectividad del país en estas fechas clave.
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, había avanzado que la Semana Santa de 2025 batirá los históricos registros de gasto de los turistas internacionales del año pasado.

En una visita al renovado Parador de Sigüenza (Guadalajara) Hereu celebró incluso la fortaleza y la resiliencia del turismo español pese a la incierta situación geopolítica y comercial, acompañado durante su visita por la secretaria de Estado de Turismo, Rosario Sánchez Grau, y la presidenta de Paradores, Raquel Sánchez.
Reclamaciones desde Ibiza
En el último mes, el Partido Popular llevó al pleno municipal una moción en la que denunció el abandono crónico del Gobierno Sánchez con la ciudad de Ibiza y entre las reclamaciones no faltó el Parador, aunque en este caso además se peticionó la creación de una mesa de seguimiento para supervisar su apertura, dado que -como acusaron- el Gobierno sigue retrasando su puesta en funcionamiento.
Récord también en Paradores… sin Ibiza en la foto
La red de Paradores de Turismo también atraviesa un momento histórico. En 2024 alcanzó su mayor índice de ocupación en dos décadas, con un promedio del 74% anual y más de 1,5 millones de habitaciones ocupadas. Los ingresos superaron los 346 millones de euros y el beneficio neto fue de 40 millones, un 42% más que el año anterior.
A ello se suma una inversión estratégica de más de 250 millones de euros prevista hasta 2028 con motivo del centenario de la red, que contempla rehabilitaciones y reformas integrales en 22 establecimientos. Pero ese impulso aún no alcanza a Ibiza.

Una obra técnica detiene la apertura
El Parador de Ibiza —ubicado en el corazón histórico de Dalt Vila— no ha abierto esta Semana Santa ni lo hará durante la temporada alta. Aunque en su momento se llegó a prever su inauguración coincidiendo con estas fechas, la rehabilitación de un antiguo aljibe construido hace 20 años ha generado un nuevo retraso. Esta infraestructura, nunca antes utilizada, es esencial para abastecer de agua al edificio, que se encuentra en una zona elevada sin capacidad suficiente en la red municipal.
Las obras, adjudicadas por Turespaña a la empresa Aqualia por 274.428 euros, tienen un plazo de ejecución de cuatro meses. Incluyen trabajos de impermeabilización, revisión estructural, adecuación de cubierta, sistema de bombeo y ventilación. Con este calendario, la apertura no podrá producirse antes de finales del verano o incluso finales de año.
La historia de retrasos que se extiende desde 2008
La puesta en marcha del Parador de Ibiza suma ya más de 15 años de demoras. Las obras comenzaron en 2008 y se vieron interrumpidas por diversos motivos: hallazgos arqueológicos, modificaciones del proyecto, incrementos presupuestarios, crisis económicas y obstáculos administrativos. Aunque la infraestructura principal está prácticamente finalizada, aún queda por resolver el traspaso oficial del edificio a la red de Paradores.
Desde el Ayuntamiento de Ibiza se habían solicitado también reuniones con el Ministerio de Turismo para abordar directamente este tema y coordinar acciones que permitan activar finalmente el hotel.

Un parador con potencial económico y patrimonial
El Parador contará con 66 habitaciones, estará abierto durante todo el año y generará empleo estable, además de contribuir a la desestacionalización turística de la isla. Desde el Gobierno central lo definen como uno de los más emblemáticos de toda la red, tanto por su enclave patrimonial como por su valor estratégico.
Sin embargo, en plena Semana Santa con cifras récord para el turismo nacional, el Parador de Ibiza sigue cerrado. Y con él, una de las grandes promesas turísticas de la isla vuelve a quedarse fuera de la foto.