El Papa Francisco ha fallecido este lunes 21 de abril, a la edad de 88 años, en su residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano, según ha informado Vatican News en su cuenta de X.
La noticia se produce apenas un día después de que el pontífice hiciera su última aparición pública en el tradicional saludo de Pascua desde el balcón de la basílica de San Pedro.
«Hermanos y hermanas, buena Pascua«, dijo el Papa a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro desde su silla de ruedas.
El anuncio fue realizado por el cardenal Kevin Farrell, quien expresó: “Queridísimos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar la muerte de nuestro Santo Padre Francisco. Esta mañana, a las 7:35 (05:35 GMT), el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia”.
El papa Francisco, cuyo nombre real era Jorge Mario Bergoglio, había sido dado de alta el pasado 23 de marzo tras permanecer hospitalizado durante 38 días debido a una neumonía grave. Según confirmaron fuentes vaticanas, en los últimos meses su salud había sido motivo de preocupación, con al menos dos episodios críticos registrados en el último año.
Con su partida, Bergoglio deja un legado que marcará la historia contemporánea, no solo en el ámbito espiritual, sino también como figura clave en la política y la cultura global. El primer papa latinoamericano y jesuita será recordado como un líder que impulsó un papado reformista y cercano, que supo conectar con creyentes y no creyentes en un mundo cambiante.
Una vez superado el duelo, se abrirá inevitablemente un espacio para la reflexión, especialmente en Argentina, sobre el impacto de su pontificado y los 12 años en los que su voz y su visión trascendieron fronteras.