Ibiza se enfrenta a una emergencia silenciosa que ya no se puede postergar: la clausura del vertedero de Ca na Putxa, forzada tanto por su límite físico como por la normativa europea. Darle una solución a esta encrucijada será el punto central de la cumbre con los cuatro consells insulares que enecabezará en Ibiza este lunes Marga Prohens, presidenta del Govern.
“No hay alternativa en el corto plazo”, ha admitido el portavoz del Ejecutivo autonómico, Antoni Costa, al confirmar que el Govern ve imprescindible un acuerdo entre los consells de Ibiza y Mallorca para trasladar los residuos a Son Reus.
En este momento, el Consell de Ibiza lleva adelante un proceso de participación ciudadana, en la cual se barajan dos alternativas ante la necesidad, a raíz de las exigencias de la normativa europea, de cerrar el vertedero de Ca Na Putxa (que igualmente tiene capacidad para pocos años más).
Una de las opciones es construir una incineradora en la isla, una opción que rechazan ecologistas y vecinos. La otra vía, exportar residuos a Mallorca, depende de la voluntad política del Consell mallorquín, que se ha mostrado reacio a aceptarlo.
En medio de este bloqueo, el Govern se posiciona como mediador e intenta forzar un acuerdo este mismo lunes, con el tiempo en contra.
La construcción de una incineradora, de todos modos, llevaría un tiempo en el cual se deberían enviar los residuos a la mayor de las islas baleares. Tal es así que el Consell de Ibiza viene trabajando en un plan piloto en la materia.
La planta de valorización energética de Son Reus, a cargo de la empresa Tirme, comenzó a operar en 1997. Y no solo ha incinerado residuos locales, sino también e Irlanda del norte, Italia, Cataluña y Menorca. Actualmente solo opera el 70 % de su capacidad.
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Crisis migratoria y movilidad completan la agenda
La reunión de Sa Caleta no solo abordará los residuos. El Govern ha confirmado que se tratarán también la crisis migratoria, especialmente la situación de menores no acompañados en Formentera, y la movilidad interinsular, incluyendo la saturación de carreteras, la regulación de vehículos y los fondos del convenio de carreteras.
Según Costa, el Govern espera “salir del encuentro con compromisos concretos” en los tres frentes.