La asamblea anual de la Asociación Hotelera de Sant Antoni, integrada en la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera, celebrada el viernes en el recientemente rehabilitado hotel Blau Parc, en calo des Moro, ha votado a favor de continuar participando en la comisión contemplada en el decreto del turismos de excesos para que se oiga su opinión. Y es que a los hoteleros no les gusta el contenido del decreto y quieren cambios porque el «actual no funciona» y «es dañino».
Están tan de acuerdo en el cambio de nombre anunciado por el Govern que lo hacen una condición necesaria para sumarse a los trabajos encaminados a mejorar el texto. El conseller de Turismo, Jaume Bauzá, ha puesto sobre la mesa que el nombre debe ser «decreto de turismo responsable» para no estigmatizar a las tres zonas en las que es de aplicación, término que gusta en la patronal. Evitar la señalización es otro de los objetivos anunciados por la presidenta de la patronal hotelera, Ana Gordillo.
Los hoteleros quieren que el perímetro de aplicación del decreto abarque todo el municipio y la parte de la bahía de Portmany que pertence a Sant Josep. Los hoteles de Sant Josep hasta Port des Torrent forman parte de dicha asociación. En cualquier caso, «creemos que lo ideal es que debería aplicarse a toda Ibiza y aún más, a todas las Baleares», ha señalado Gordillo, a los medios después de la asamblea.
El alcalde de Sant Antoni, el popular Marcos Serra, se pronunció en esta línea hace unos días en declaraciones a La Voz de Ibiza.
El anuncio de Gordillo supone un cambio de postura en la asociación, puesto que hasta ahora se había opuesto al decreto. «No nos dejaron participar en él, vimos que estaba hecho para Mallorca y que era una imposición. Ahora queremos aprovechar las ventajas que puede suponer y que tenga una utilidad, no como ahora que hace más mal que bien», ha recordado. «Si hay fondos y más seguridad, el decreto será positivo», ha dicho.
Los hoteleros no quieren que los clientes tengan que firmar un documento en el que se les advierte que están en una zona de turismo de excesos. «No tiene sentido que una pareja de 60 años tenga que firmar este tipo de documentos. Hay que facilitar información pero de otra manera«, ha insistido.
Convivencia y desmadre
La presidenta, cuya familia regenta un hostal en la localidad, ha insistido en que uno de los objetivos de la planta hotelera es que «el pueblo esté contento con los turistas que se alojan en nuestros hoteles. Es nuestra responsabilidad y haremos todo lo que haga falta», ha garantizado.
En este sentido, ha apremiado a Ayuntamiento y Guardia Civil a mejorar la seguridad. «Nos dicen que han bajado los delitos, pero la sensación de inseguridad ha crecido, así que hemos de actuar para acabar con este desmadre«.
Retraso en los cierres
A falta de datos oficiales, la percepción de los hoteleros es que septiembre será un buen mes, en la línea del resto de la temporada. Esto es un poco por debajo del «excepcional» 2022. «La primera quincena empezó tímida, pero en la segunda hemos tenido muchísimas reservas de última hora y tenemos mucha gente», ha detallado.
También ha vaticinado un «buen octubre», tanto que hay hoteleros que se están planteando cerrar más tarde.
