Organizaciones empresariales e instituciones públicas, tanto favorables a la liberalización del alquiler turístico de viviendas como partidarias de limitarlo, son escépticas sobre la eficacia del reglamento que ultima la Unión Europea para ordenar un mercado con enorme crecimiento en los últimos años.
Representantes de ciudades, de la Comisión Europea, del sector turístico tradicional y de particulares y empresas dedicadas al alquiler vacacional han celebrado este lunes un debate en el marco del Foro Europeo de Turismo de Palma en el que han coincidido en saludar la regulación anunciada por la UE, aunque han subrayado la dificultad de su aplicación ante la proliferación de ilegalidades.
Las posturas más contrapuestas las han planteado Eduardo Miranda, representante de la Asociación Europea de Viviendas Turísticas, defensor de una actividad que, a su juicio, beneficia a muchos pequeños propietarios y a la sociedad en su conjunto, y Óscar Perelli, de la patronal Española Exceltur, quien ha lamentado el crecimiento «descontrolado» del arrendamiento vacacional.
Perelli ha señalado que en 2010 las veinte mayores ciudades turísticas de España tenían 350.000 plazas de alojamiento vacacional, mientras que al concluir la pandemia de covid esta cifra ascendía a 800.000, un crecimiento debido, en un 85 %, al alquiler turístico de viviendas.
Equilibrio
«Necesitamos un equilibrio entre turistas y residentes», ha incidido Perelli, que ha puesto el acento también en la escasa capacidad de inspección de las administraciones para hacer cumplir las normas locales y en la renuencia de las plataformas de alquiler como Airbnb a controlar que las ofertas que publicitan son legales.
El representante de la Alianza Europea de Ciudades, consejero de las autoridades de Amsterdam, Mark Boekwijt, también se ha mostrado preocupado por los obstáculos para el control de ilegalidades y ha recordado que el reglamento que prepara la UE se refiere principalmente a obligaciones de intercambio de datos para conocer mejor un mercado que desde el punto de vista europeo se sustenta en la libertad de servicios.
Viviendas para residentes
«Tenemos que proteger el stock de viviendas que nos queda para los residentes», ha remarcado el experto holandés, mientras que el vicepresidente de la Asociación de Alcaldes de Francia, Alain Chretien, ha apuntado que, aunque pude ser «una oportunidad» para municipios pequeños, el alquiler turístico en grandes ciudades «excluye a habitantes que se ven forzados a irse a vivir fuera o a asumir alquileres muy elevados».
Víctimas del éxito
Incluso el representante de la Comisión Europea en el debate, Paolo Lavaggi, ha señalado que muchas ciudades del continente han sido «víctimas» del éxito del alquiler turístico por días impulsado por las plataformas digitales, aunque ha subrayado que las restricciones «tienen que estar justificadas y no ser discriminatorias» dado el principio de libertad de mercado que rige en la UE.
El directivo de la Asociación Europea de Viviendas Turísticas ha remarcado que su sector puede convivir en «equilibrio» con el alojamiento turístico tradicional y ha criticado la «polarización» excesiva del debate.
Asimismo, Miranda ha rechazado que su sector sea un simple apéndice de las plataformas de comercialización multinacionales, sino que es un «ecosistema complejo» que ha favorecido el mercado turístico en general y genera riqueza para muchos pequeños propietarios y las ciudades en las que tienen sus viviendas.
El Foro Europeo de Turismo de este lunes es el prólogo de la cumbre de ministros convocada en Palma este martes con motivo de la presidencia española de la UE.