El patronal de empresas náuticas integrada en Pimeef aprovechó el primer encuentro con el conseller del Mar y Ciclo de Agua, Juan Manuel Lafuente, para reiterar la petición de un centro de Formación Profesional (FP) para técnicos de mantenimiento de grado medio y superior y cambios en la legislación para poner coto a las empresas de fuera que, de forma legal, hacen, nunca mejor dicho, su agosto en Ibiza.
«Somos el segundo sector que más ingresos genera después del turismo, por delante de la automoción, y eso se ha de tener en cuenta porque dependemos de él muchas empresas y muchos trabajadores y es una de nuestras fortalezas y de nuestros atractivos», señala a La Voz de Ibiza, el presidente de la Asociación Naútica, Ramón van der Hooft.
Falta de personal
Van der Hooft reiteró al conseller que «Ibiza necesita desde hace años un centro de FP para formar técnicos cualificados en labores de mantenimiento de embarcaciones. Se ha resuelto el déficit de capitanes gracias a FP de Can Marines, pero no tenemos mecánicos. En Menorca, hay un centro del Mar y en Mallorca, tienen dos. Y nosotros, donde más actividad náutica hay, no tenemos ninguno».
«Vicent Marí (el presidente del Consell) se comprometió antes de las elecciones a encontrar una solución y es lo que reclamamos, una solución», señala a La Voz de Ibiza el empresario.
Cambios en la normativa
Asimismo, la patronal náutica reclamó al director general de Ports y Transporte Marítimo, Antoni Mercant, cambios en la normativa que permite a las empresas de la Península realizar chárters en Ibiza presentando una declaración responsable.
El director general se comprometió a revisar la normativa con el objetivo de valorar si es viable añadir alguna exigencia más. «Los barcos que vienen de fuera y fondean todo el verano en nuestras calas es una competencia desleal enorme con los que barcos que tienen personal aquí, oficina aquí, amarre aquí y hacen su ciclo de mantenimiento aquí y que, por lo tanto, tienen unos costes mayores. Estos barcos no dejan nada en Baleares, salvo 120 euros de las tasas de la declaración responsable», lamenta Van der Hooft quien agradece que la cúpula de la Conselleria «tomara nota de ello».
No al chárter de lista sexta
El Govern tranquilizó a los empresarios al asegurarles que no tienen intención de permitir que los barcos particulares matriculados en lista séptima puedan ser alquilados, tal como acabará permitiendo la legislación estatal. «El Govern coincide con nosotros en que el sector está bien dimensionado y nos ha tranquilizado oír que no tiene interés en permitirlo. No es lo mismo discutir con alguien sobre los beneficios de una medida que dialogar con alguien que sabe que no tiene ningún beneficio para Baleares que puedan hacer chárter los barcos particulares. Si quieren chartear, tienen la opción de pasar a lista sexta y competir en igualdad de condiciones» reflexiona Ramón van der Hooft.
«Con la situación pesimista que tenemos en la que hemos visto que los incrementos de ventas han llegado a su fin y que lo único que sube son los gastos lo que menos necesitamos es mayor oferta».
Exceso de celo
Aprovechando que también estaban presentes en el encuentro celebrado en las oficinas de la Pimeef el director general de Costas y Litoral, Carlos Simarro, y el gerente de Ports IB, Jaume Carbonell, la patronal expresó su temor a que «una medida acertada como son los campos de boyas donde sufren las praderas de posidonia» pueda extenderse a lugares donde no es necesario porque el fondo es arenoso y, por lo tanto, «no tiene impacto».
«Prohibir fondear si no hay campos de boyas como norma general supondría quedarnos sin esta industria y perder una de nuestras fortalezas como destino», reflexiona. «Somos los primeros interesados en mantener y cuidar el entorno, pero también hemos de tener claro que la sostenibilidad no solo ha de ser ambiental, también ha de ser económica y social. Necesitamos las tres patas», concluye Ramón van der Hooft.
El empresario agradeció la creación de la Conselleria del Mar, ya que el sector «tiene un órgano que engloba toda la actividad náutica» y la «predisposición del conseller y su equipo a tener un diálogo fluido» con el sector.
