El acceso del Partido Popular al Govern balear ha permitido arrancar «el trabajo conjunto», en palabras de la consellera insular de Bienestar Social, Carolina Escandell, necesario para el traspaso de las residencias de mayores de Ibiza a la institución insular.
De dicho traspaso se viene hablando desde hace años ya que no deja de ser una anomalía institucional, ya que las residencias son gestionadas por los consells insulares tal como queda recogido en el Estatut.
Sin embargo, hasta ahora no se había producido una negociación. Había habido contactos y conversaciones, lejos de lo que se entiende una negociación para el traspaso de una competencia tan compleja. La postura del Govern era inflexible. Tanto que no había permitido auditorías técnicas ni económicas.
‘O lo tomas o lo dejas’
«Las posturas estaban muy alejadas. Nos ofrecían cuatro duros que solo contemplaban los costes directos y era un ‘o lo tomas o lo dejas’ que hubiera sido una irresponsabilidad por nuestra parte aceptar», relatado a La Voz de Ibiza, Carolina Escandell.
Que haya arrancado el trabajo conjunto advierte Escandell, no presupone que el traspaso se acabe materializando, ni que sea esta legislatura, ya que «aún falta mucho camino que recorrer».
«Tenemos claro que si no vienen bien dotadas, no aceptaremos las competencias. Y no pasa nada, el Consell de Mallorca no quiere la competencia de Transporte que está en manos del Govern, Tenemos voluntad política de asumir las residencias, nos gustaría hacerlo, lo dice el Estatut d’Autonomia y, además, es lo lógico, ya que nosotros estamos sobre el terreno. Se han de dar las condiciones», ha declarado Escandell.
Costes directos, indirectos, ocultos y futuros
Carolina Escandell ha relatado que el traspaso no se puede hacer tomando como base la cantidad de dinero que destina el Govern a las residencias de Can Blai, Sa Serra y Can Raspall porque «esa cifra no tiene en cuenta los costes de estructura».
«Estamos hablando de 300 nuevos trabajadores, lo que supone casi duplicar la estructura del Consell. Necesitamos administrativos para realizar la contabilidad, control financiero, compras, contrataciones, recursos humanos y todo lo que conlleva los servicios que ahora se están prestando desde el Govern», ha advertido la consellera. «Sabemos de lo que hablamos porque tenemos una residencia (Cas Serres)», apostilla.
Diferencias salariales
Además, «hay que tener en cuenta otras casuísticas, como las diferencias salariales que hay con el hospital de Cas Serres», lo que implica que el salario de los trabajadores de las residencias del Govern se equipará con los del centro del Consell y, por lo tanto, el coste del personal se encarecerá. «Nosotros tenemos carrera profesional aprobada que también se ha de valorar… Son muchas cosas», apostilla Escandell.
Necesidades reales
El Consell, además, quiere conocer la realidad de las necesidades de la población de Ibiza. «No es tan solo saber lo que nos costaría a nosotros gestionar las residencias, sino lo que cuesta atender las necesidades reales que tenemos y que tendremos y que no están cubiertas», ha advertido la consellera insular.
Por este motivo, el Consell está trabajando para encargar a la UIB un estudio sobre la situación de las personas mayores de la isla. «Necesitamos conocer el perfil de los usuarios, los grados de dependencia, las listas de espera, una radiografía sobre la que trabajar», ha especificado.
Auditorías
Además, «necesitamos hacer auditorías técnicas, para saber la situación en la que se encuentran los edificios y las reformas que han de ejecutarse, y económicas, algo que nunca nos dejó el anterior Govern».
Una opción que está siendo contemplada es el traspaso únicamente de las residencias de Can Blai y sa Serra y dejar de lado el de Can Raspall, ya que la tipología de usuario es diferente, con problemáticas de discapacidad física y de salud mental. «No es un geriátrico en sentido estricto», ha apostillado Escandell. «Podría no entrar en el traspaso», aclara.
Con toda la prudencia que merece una negociación de este tipo en la situación preliminar actual, la consellera destaca que «la sintonía es buena, estamos trabajando conjuntamente de forma seria y rigurosa y dando pasos sólidos por primera vez».
«La consellera (Catalina Cirer) está por la labor, pero no hemos decidido nada. No tenemos prisa y tenemos claro que no aceptaremos un traspaso mal dotado», ha concluido.