Sellada la paz con el PP en Palma, tras haber apoyado los presupuestos del Govern a cambio del voto a favor a sus enmiendas por Formentera, Llorenç Córdoba intenta ahora tender la mano a sus aún socios de Sa Unió en el gobierno del Consell.
Córdoba busca el indulto a toda costa, pese al contundente pronunciamiento de la vicepresidenta Verónica Castelló y el conseller José Alcaraz, cuya dimisión pidió hace diez días y que ayer anunciaron la «inminente» expulsión de Sa Unió del diputado-presidente. El paso previo a las medidas que le echen también de la institución insular.
Pero Córdoba ha cambiado de actitud y ahora trata de consensuar y acepta sin rebatir la gestión de sus compañeros de gobierno. Poco que ver con lo vivido estas dos últimas semanas, en plena crisis interna, cuando llegó a abstenerse al menos en dos votaciones.
El viernes, reencuentro en el pleno
Este viernes, con motivo de la aprobación de los presupuestos del Consell, todos volverán a verse las caras en el pleno. Un buen escaparate para comprobar el alcance de la fractura y las opciones reales que existen de una reconciliación que ahora se antoja prácticamente imposible.