La acogida y tutela de los menores extranjeros no acompañados (Menas) que llegan a bordo de pateras a las costas de Formentera le cuesta al Consell al cabo del año más de 600.000 euros.
Esta es parte de la factura que la inmigración ilegal acarrea para las arcas públicas de la Isla, un gasto considerable si se tiene en cuenta que solo a lo largo de 2023 desembarcaron en el litoral de Formentera una treintena de estos botes.
La ausencia de una partida destinada a este fin en el presupuesto del Consell ha sido advertida por la Sindicatura de Cuentas en su informe de 2021, año en el que pagó 35 facturas de otros tantos menores por un importe total de 639.000 euros.
El Consell insular se ha hecho cargo durante el último año de 11 de menores inmigrantes procedentes del norte de África, a quienes paga alojamiento, bien en Mallorca o en Ibiza, y asume los gastos pertinentes, a razón de 200 o 250 euros por niño y día.
El gasto se explica porque los menores son llevados a pisos tutelados de ocho plazas. En cada piso trabajan una media de tres educadores sociales.
Aparte, el Consell también costea su traslado a centros específicos de otras islas o bien a la península, pagando los billetes de barco y avión a precio de turista.
Contando los 11 Menas llegados en patera, el Consell ha tenido que atender durante el último año a un total de 26 menores, la mitad de ellos de familias de la Isla. El año anterior, 2022, registró 18 entradas.
En la ctualidad, el Consell de Formentera tiene bajo su tutela a 23 adolescentes de entre 15 y 17 años de edad.
