-¿Ya han empezado las pruebas de la nueva depuradora de Vila?
-Esto es una obra del Ministerio en la que colaboramos en todo lo que podemos y en la que necesitamos converger porque la antigua depuradora se va a convertir en una estación de bombeo. Estamos tramitando la ampliación de potencia para que podamos a empezar a coexistir. Estaremos un tiempo con las dos instalaciones en marcha, hasta que acabe con la recepción de la obra y, probablemente, la cesión posteriormente a Abaqua.
-¿Es plausible el plazo dado y en verano esté completamente operativa?
-En un escenario ideal podría llegar a estar operativa en verano. Es arriesgado tener prisa cuando ya estamos al final del camino. Nosotros, hemos mejorado la planta vieja en previsión de que esta situación, por circunstancias indeseadas se alargue más de lo necesario.
-Me sorprendió cuando vi que iban a invertir un millón de euros en la vieja.
-Fue un acto de responsabilidad. Había actuaciones inaplazables y no podíamos jugárnosla exclusivamente a la carta de la nueva depuradora. Esa inversión es básicamente en equipos que luego serán trasladados a la depuradora de Sant Antoni. Eran tres actuaciones imprescindibles y ya los compramos pensando también en que serán reutilizados. No hemos tirado el dinero.
-¿Solo falta la energía en la nueva depuradora?
-Sí, el resto está todo. Nuestra conexión y el emisario están listos y solo falta la desconexión de la vieja depuradora y la conexión a la red, a través de la nueva estación depuradora, a la nueva.
